Avengers, Infinity war: Se redefine el cine de entretenimiento por parte de Marvel
Por David Rodríguez, @davidjguru y JD Romero, @JD_Romero23
– Este artículo no contiene spoilers –
No nos cabe la menor duda de que dentro de poco Disney será (oficialmente) considerada la Weyland-Yutani del entretenimiento, la OCP del ocio, una especie de Tyrell Corporation de la evasión que todo lo dominará y que sin duda conocerá todas las recetas y algoritmos necesarios para llegar a cada segmento de la mejor manera posible. No es solo cuestión de adquisiciones y compras de otras compañías, es realmente el desarrollo de un know-how a un nivel que nunca antes habíamos presenciado en la historia de la industria del entretenimiento. Disney conoce bien como atraerte y mantenerte desconectado de tu cotidianidad usando cualquiera de sus marcas comerciales, en un escenario donde Marvel es el adelantado de la clase que todo lo sabe. Joder que si lo sabe.
Ha llegado el clímax de toda una década, el presunto final de una étapa que abarca dieciocho películas de factura desigual, varias aburridas series para plataformas de pago y algún blockbuster que permanecerá en la historia del cine como solo los grandes productos cruzados de tecnología, arte y publicidad pueden conseguir. Porque no nos engañemos: hay mérito a todos los niveles (dirección, interpretación, guión, diseño de producción, efectos, vestuario, publicidad-hype, etc) en un buen producto cinematográfico masivo al margen de su intencionalidad ideológica. ¿Se sube a este carro Infinity War? ¿Pertenecerá al Olimpo del cine de masas con categoría de obra maestra como Terminator-2 o El Imperio Contraataca? ¿Se quedará en un dulce y grato plano a medio camino entre el lugar común y la excepcionalidad? eran muchas dudas para un producto tan enorme, tan elaborado y por qué no decirlo, tan hypeado. Y entre otras cosas, también necesitamos saber si el cine diseñado con fórmulas y algoritmos de Inteligencia Artificial nos ofrecerá algo parecido a lo artístico o será un Frankestein atrofiado saturado de acción y personajes. De como funcione y se analice Infinity War dependerá el cine del futuro, donde solo las máquinas tomarán decisiones en proyectos de Croma Continuo donde aparecerán (tal vez) seres humanos.
Seamos claros: La apuesta es muy grande y marcará el devenir de la industria del entretenimiento – para bien o para mal-.
Por el camino ha quedado una sucesión de demostraciones de que esto es una carrera por alcanzar la cumbre del show-business de la manera más orgánica posible (sin caer en el vacío hortera de otros sectores y sin abuso de una posición hegemónica). ¿Vieron la rueda de prensa de Infinity-War? No lo duden, esto es espectáculo:
Día grande para los hijos e hijas del átomo, para leales a los círculos negros de la energía cósmica ideados por Jack Kirby y fanses en general de las desquiciadas aventuras del Titán loco [1] , ese personaje de relleno publicado inicialmente en Iron Man que en su momento fue creado por un desquiciado ex-combatiente con problemas de control de la ira llamado Jim Starlin [2] entre viaje y viaje de LSD: Lord Thanos. ¿Quién nos diría que un par de décadas más tarde de la trilogía cósmica [3] más importante del cómic de superhéroes, el fiel enamorado de la Señora Muerte y conspirador por el poder universal sería el villano elegido para culminar esta enorme etapa del Universo Cinematográfico de Marvel? Nuestro yo de 1992 – 1993 sonríe en nuestro interior abrumado de placer comiquero al imaginarse al gigante púrpura castigándole el hígado y la entereza a los superhéroes de una tierra-616 que poco pueden hacer contra un poder capaz de poner en jaque al mismísimo Galactus. Eso esperábamos.
Y llegó el gran día. Tras diez años y casi veinte películas, el plan cinematográfico más ambicioso de la historia ha llegado al fin de su primera etapa y vaya como lo ha hecho. Desde los primeros minutos nos damos cuenta de varias cosas; va a ser oscura (pero no se asusten, en su justa medida e intercalada con escenas iluminadas y un poco de humor), va a ser absolutamente coral en cuanto a los personajes que aparecen y va a ser más grande y más compleja. De alguna manera, uno entiende desde el principio que este filme es la amplificación y perfección de todas las virtudes del universo cinematográfico de Marvel y la eliminación de los posibles defectos, es el más y mejor y por suerte no se ha quedado en un intento.
La película encuentra el equilibrio perfecto en base a tener cada segundo estudiado hasta la locura. Como deben aparecer -casi- todos los héroes que se han presentado hasta ahora, la acción se divide en pequeños y pintorescos grupos con misiones diferentes; aunque todas dentro de una misma idea principal; acabar con Thanos (Josh Brolin). Cada uno de ellos tiene un reto por delante (unos de acción pura y dura, otros con tono de aventura, de exploración…) y en escenarios muy diferenciados que van desde Africa a Nueva York o diferentes planetas, de modo que lo que podía ser un caos de personajes se convierte en un puzzle perfecto donde cada uno tiene sus momentos de lucimiento e incluso se permiten el lujo de conocer a otros nuevos y ampliar el ya espectro gigante de ese universo propio que ya empieza a ser gigante.
Incluso se puede permitir un par de momentos para la pereza en el guión (ese encuentro de Thor con los Guardianes), pero el conjunto rezuma tanto amor, tanto apasionamiento que seguimos con los ojos de par en par disfrutando de la película. Esta especie de Space Opera mezclada con mil cosas más.
Los hermanos Russo -que ya se encargaron de ‘El soldado de invierno‘ (2014) y ‘Civil war‘ (2016)[4] , probablemente las dos mejores películas de este ambicioso plan cinematográfico junto a la primera ‘Avengers‘) vuelven a dar en el clavo con este más y mejor en un film que es esa especie de clímax absoluto que quería ser ‘El caballero oscuro‘ pero sin pretenciosidad y con resultados. Hay acción bien rodada (muchísima), hay humor medido (menos que en cualquier otra película Marvel), hay amor, hay drama (también mucho más del que esperábamos), hay momentos introspectivos, hay humanidad, hay oscuridad y hay luz. Si tocamos el tema DC sólo un apunte: debe estar habiendo infartos en las oficinas, hablar del proyecto en pantalla grande de ambas compañías es como intentar comparar un Seat Marbella con un Maserati.
‘Avengers; Infinity war‘ es la madurez del cine de superhéroes, es ‘El bueno, el feo y el malo‘ cuando los críticos se reían de Leone y todo lo que soñamos los que crecimos leyendo comics. Es volver a tener seis años, recuperar esa magia perdida y una razón sobrada para pagar ocho euros y estar dos horas y media con los personajes que aprendimos a amar y un puñetazo en la mesa por parte de dos compañías: Marvel y Disney (hoy una sola) que con esta película además saben ser valientes y -casi- podríamos decir que excesivamente duros. Una obra culmen de todo lo que habíamos visto anteriormente y la prueba de que se puede hacer caja con talento y amor por el medio en que se basan.
Una caja mágica que va en busca de un equilibrio que pueda contener grandes dosis de acción continua, de tortas, combates y enfrentamientos con espacios para algo de introspección en ciertos personajes, que pueda mezclar con consistencia una sobrecarga de adrenalina para nuestros sentidos donde el niño o la niña de nuestro interior pilota en soledad mientras nuestro yo adulto reconoce que algo falta, que algo sobra o directamente que algo falla. Un sobre espectáculo desbordante organizando como ya es costumbre en la casa de las ideas con una arquitectura de circo de tres pistas funcionando a toda pastilla, reduciendo los tropos narrativos a la mínima expresión porque en realidad solo hay tiempo para un cruce de espacios íntimos y personales mientras se van sucediendo los nodos elementales: golpes, carreras y destrucción. Atrás quedaron los requisitos emocionales profundos o las disquisiciones filosóficas que sabemos que estaban alrededor de las gemas del Infinito originalmente. No sabemos si le podríamos pedir más a esto: hay una especie de magia en el constructo que tampoco nos permite pensar mucho y que nos deja respirar solo cuando nos centramos en uno solo personaje.
Sin ser perfecta y sabiendo donde nos metemos podemos pensar que la magia en el cine no se había perdido, la tenían escondida dos hermanos de Cleveland.
Enlaces de interés:
[1] Thanos / Infinito: por amor a la muerte – http://canitbeallsosimple.com/2015/03/04/thanos-infinito-por-amor-a-la-muerte/
[2] Jim Starlin y casi todo lo que Marvel le debe al LSD – http://canitbeallsosimple.com/2014/10/10/jim-starlin-y-casi-todo-lo-que-marvel-le-debe-al-lsd/
[3] Una interesante revisión de la trilogía del Infinito publicada por Gerardo Vilches, @WatcherBlog en Canino: https://www.caninomag.es/la-trilogia-del-infinito-los-comics-en-los-que-se-inspira-vengadores-infinity-war/
[4] Civil War, en cine: http://canitbeallsosimple.com/2016/05/02/civil-war-de-los-hermanos-russo-marvel-sigue-cumpliendo-lo-que-promete/, y en cómic: http://canitbeallsosimple.com/2015/06/20/preparando-la-siguiente-entrega-de-marvel-con-el-civil-war-de-mark-millar/