Cinco canciones para pegarse un tiro en una boda (Antología del pop-rock cuñado 1)
Por Redacción CIBASS, @CIBASS_Blog
Una boda suele ser normalmente el territorio más explorado del espacio interior dentro del planeta cuñado. Una boda es, necesariamente, la actividad cuñada por excelencia, el sancta sanctorum del gran templo de las verdades cuñadas que mantiene en su interior lo más rico y descriptivo de sus usos y costumbres. En las celebraciones de las bodas se almacenan las grandes esencias de esa especie de horrible mundo específicamente centrado en la dimensión aspiracional de las cosas: el pueblo guapeao se enorgullece de tener un motivo para lucir ropas que considera de otra clase social (ignorando que la verdadera burguesía es liberal-aspectista) y se dispone al disfraz. Da igual que en realidad el uso de traje y corbata te acerque infinitamente más a un vendedor de agencia inmobiliaria que a un millonario, porque el cuñado de turno se sentirá todo un embajador en la ONU. Con foto subida a redes sociales y algunos likes y comentarios del palo “que guapo”, rollo “La Mafia”, pulgares en los labios a lo “chico Martini” y demás, todo el trabajo está hecho: la autoestima sale reforzada, la aspiración no se cumple (ni se cumplirá) pero inspira y el efecto parece resolverse bien. Los trajes y las corbatas son como los juegos de azar: ayudan a los pobres a esperanzarse.
Las bodas son ese reducto de grandes paradojas; como el hecho de querer hacer algo diferenciado y personal de una actividad basada en un estándar donde todo acaba (y empieza) siendo rematadamente igual. La lamentable oportunidad de organizar algo inolvidable para “el día más especial de tu vida” (arcadas) y que todo resulte desesperadamente aburrido, lento y monótono. La jodida convocatoria a la que se accede por puro chantaje y presión ambiental y que te hace gastarte los cuartos en una actividad superflua, insípida, una noche absurda de paciencia y postureo. ¿Qué más podemos decir sobre el asunto? apenas dos cosas más: ya es raro que una actividad tenga como referencia de I+D+I avanzado el uso de “pelucas de mucha risa” y por supuesto y siendo este el asunto que nos trae hoy aquí, la cuestión de sus bandas sonoras. Su música.
¿Y qué decir de sus lamentables bandas sonoras? las mismas canciones, una y otra vez, a medio camino entre fiesta casposa y verbena de pueblo. Nuestros oídos se lamentan mientras vemos pasar frente a nosotros lo más vergonzoso del registro musical patrio. Se forman congas y se baila de manera desastrosa mientras circulan por los altavoces verdaderos himnos rancios.
¿Sueñan los cuñados con recopilatorios eclécticos? nosotros pensamos que sí y mientras lo hacemos no nos quitamos de la mente el nuevo mantra: #fearoacuñaoplanet
1-Conchita Velasco / La chica Ye-Yé
Seamos serios: cuando se estrenó esta canción Concha Velasco ya había empezado a usar las Tena Lady. La eterna viejoven del show business ESPAÑOL (decir “ESPAÑOL” hasta que se rompan los incisivos), era una actriz de medio pelo cuando se planteó este tema en aquella película tan rancia “Historias de la Televisión” y pensada originalmente para ser cantada por LUIS AGUILÉ (mátame camión). La letra es solamente una carta de despecho de una mujer tradicional, católica, apostólica y romana escrita a su “hombre” en la que ridiculiza a eso de la “chica Ye-Ye” desde el punto de vista de la modernez. Ella no es la chica Ye-Ye amigos, la chica Ye-Ye es su archienemiga. Lo que se hace en esta canción, esencialmente, es reducir la contracultura a un asunto de pelo revuelto y medias de color. Una burla en la que ella viene a decir que el receptor está haciendo el monguer por irse con una tipa más moderna que ella, mientras canta con una voz como Gloria Fuertes.
¿Y en las bodas que tal? Representando desde la dictadura un himno falso a la modernez, como una revolución dentro del inmovilismo y la pasividad. Una canción que todo el mundo se sabe y que suena a subversiva en otra época aunque fuera de 1965 (en plena dictadura) y bajo el respeto de las autoridades. Conchita luego sería una de las caras visibles de la PSOE y su canción quedaría para siempre en bodas, ferias y karaokes de pueblo como la cara rancia de la modernidad que nunca fue. Con una letra básica en la que ser rebelde es tener el pelo alborotado y cantar una simpleza. Es todo un must para cuñados de ambos sexos.
2-Ska-P / Legalización
Ya hemos hablado otras veces que el sentimiento transgresor del cuñado medio ha de ser básico, es decir; fumar porros mientras dice “Yo no me fío del de la coleta” y movidas así, de modo que el hit de fiesta post cena empresa de Ska-P es perfecto para que un cuñado de cinco bellotas lo haga suyo. No vamos a esperar que tu cuñado el manitas esté a favor de la integración de los inmigrantes, de que bombardeando otros países solo consigues justo lo que no quieres y de que estudiar una carrera no te hace más listo, con lo que el máximo símbolo de subversión y rebeldía ha de ir con Dyc-Cola en mano, camisa de Spagnolo por fuera y Legalización de Ska-P. La canción lo tiene todo: es sencilla, es populista, es pegadiza, es pseudo reivindicativa y parece de un género alternativo aunque sea melódicamente accesible. Tu cuñado se sentirá libre, joven y concienciado mientras la canta a la vez que vota a un partido para que nos multen y nos detengan si grabamos a un policía pegándole a un inocente. ¡Viva la mandanga! (al menos El Fary lo defendía de una manera más honesta).
El porro como unidad de medida esencial de todas las cosas. El fumeteo como Leitmotiv. Al fin y al cabo, hasta webseries se han creado basándose en esta horrenda simplificación de orientación adolescente.
Thug Life
3-Coque Malla / No puedo vivir sin ti
El Joselito del pop-rock español sigue en sus trece: hacernos creer que a sus cuarenta y siete años todavía sufre dolor cada vez que lo deja una novieta. Entre esa aflautada voz pitufa y esas dimensiones de pigmeo, Coque Malla continua su avance en la (cutre) historia de la música de este país con esa mandanga lastimera y casposa del “sé que me quieres pero voy a llorar por si acaso”; y así llegamos a esta canción que hace las delicias de:
- Novias sin cultura musical alguna que la eligen para abrir el baile nupcial.
- Novios sin cultura musical alguna que normalmente flipan con Bunbury y la eligen para abrir el baile nupcial.
Y así, como la suma de dos tarados genera una tara aún mayor, la rancia pareja elige esta ponzoñosa canción para que abra el baile y tal: todos sentimos de repente una enorme sensación de ascopena por lo vulgar, ordinario y paleto de la elección, pero las señoras de edad presentes en la celebración dejan por un momento de comentar lo preciosa que va la novia (normalmente como para asustar a un Uruk-Hai) y callan la puta boca por un rato mientras los ven bailar de manera execrable ejecutando una patética coreografía. Ante la conmoción general y el estupor de los incrédulos de las emociones baratas como nosotros se suceden las líneas de esta vergonzosa canción que lo mismo podría estar dedicada al amor que a la farlopa:
Me dijiste que te irías,
pero llevas en mi casa toda la vida.
Sé que no te irás, tú no te irás.
Has colgado tu bandera, traspasado la frontera,
eres la reina,
siempre reinarás, siempre reinarás.
No puedo vivir sin ti,
no hay manera,
no puedo estar sin ti,
no hay manera.
Y nosotros nos preguntaremos sin parar cuando se termina esa tortura. Por supuesto y para rematar el cuadro, el resto de amigos del novio aprovechará para mantearlo al aire (mantear a gente en el aire es una actividad muy “LOLOLOLO-LOLÓ”) en cuanto termine la rancia danza nupcial, ejecutando un preciso ejercicio dedicado a hacer apología de la amistad temporal y etílica, que será la guinda del pastel de este momento con BSO del ex-cantante de Los Ronaldos (cuanto daño hizo la puta movida madrileña) y al día siguiente cada cual volverá a votar a partidos políticos que les destrocen la vida.
C’est la vie
4-Seguridad Social / Chiquilla
Grandísimo ejemplo de himno cuñado en verbenas y pubs irlandeses gestionados por empresarios nacidos en pueblos de la España profunda (decir ESPAÑA hasta que se rompan los incisivos). Muy de pubs llamados “PK2” y nombres de este palo basados en lenguaje SMS que quedaron claramente trasnochados, con esos espacios cultivados con maderas y cuadros de vírgenes. El tema lo incluye todo para ser cantado a gritos con vaso de tubo en mano y paquete de Winston en el bolsillo de la camisa: parece un tema rock, se refiere a las mujeres como “niña” y “chiquilla“, simula y fuerza expresiones andaluzas como “to”,es pegadiza y tiene una guitarra eléctrica como símbolo de hombría nivel soy fan de Rambo II y III. La canción es tan símbolo del cuñadismo nacional que poco más se puede decir de ella ya que es protagonista constante de las escenas patrias que hoy volvemos a reseñar. Donde hay una boda, hay un grupo de cuñaos dándolo todo en la pista de baile a ritmo de esta lumpen-canción que simula las características líricas de las falócratas rumbas de Los Chichos y Los Chunguitos pero pasadas por el tamiz del “Rock”.
5-Cualquier canción de Siempre así
[En este caso, por pudor, no pondremos vídeo]
Vayamos al grano: Siempre así es lo peor que le ha pasado a la historia de la música española. Grupo formado por un templo de la literatura, la poesía y el cine de Akira Kurosawa como es el coro de la Hermandad del Rocío de Triana y exponente musical del cuñadismo femenino (acercándose al dj de la caseta de una feria de pueblo para pedir cualquiera de sus “himnos”). La banda (eufemismo) está formada por artistas de tal talento que en su entrada de wikipedia se limitan a enumerar las diplomaturas de los integrantes o las asignaturas que les faltan para completar las carreras. El máximo hito de la historia del grupo fue tocar en la boda de la infanta retarded y vivir de contarlo muchas veces. Letras simples, populismo y ausencia total de talento de cualquier tipo (incluso si rebajamos las exigencias al mínimo) y una imagen que representa a la Andalucía estancada y llena de tópicos de la que todos nos avergonzamos. Seguro que comparten en sus facebooks personales los vídeos de Álvaro Ojeda, los vines de Jorge Cremades y los chistes robados de Cabronazi.
EXTRA BONUS:
6. Hombres G / Devuélveme a mi chica
Para un cuñado cuarentón el pop rock español de los ochenta es algo así como la guerra de Vietnam para un veterano, algo que nunca se supera. Siempre vuelve, y vuelve, y vuelve…el cuñado se asoma por la ventana a contraluz para decir que “Aquel elefante devoró a todo mi pelotón“, pero en lugar de decir eso y mantenerse tenebrosamente quieto, prefiere bailar de manera desasosegada y cubata en mano mientras grita una canción que dice la palabrota “Mamón“. Pedida siempre tras la tercera o cuarta copa al DJ (entendiendo por DJ al camarero con un portátil) y cantada a coro por el cuñadismo masculino y femenino esta canción es siempre símbolo de uno de los mayores momentos de vergüenza ajena en cualquier fiesta cutre que se precie. Si tienes amigos que lo hacen es hora de que te replantees tu vida, o a lo mejor también te ríes con los niños de Juan y Medio, recomiendas Gladiator cada vez que puedes y no te pierdes El hormiguero. En ese caso tu problema es más grave y apostamos a que eres capaz de sacar mi LED Samsung de 48 pulgadas por la mitad de precio.
También son los greatest hits del mundo karaoke #fearofacuñaoplanet
Lo peor de las bodas es cuando llegas a casa y te huele la ropa a cuñao.
#fearofacuñaoplanet
Y las canciones de una barbacoa en el campo de un cuñado medio. Porque todo cuñado que se precie es ha de ser el mejor haciendo barbacoas
Me faltan por ahi Alaskas y otros ‘éxitos’ de la movida.
Espero con ansias el volumen 2.
PD: Fiesta Pagana de Mago de Hez