Antología especial del cine cuñado (las películas favoritas del cuñadismo-II): Comedy Cuñao

Por JD Romero, @JD_Romero23 y David Rodríguez, @davidjguru

Decíamos ayer que el cine cuñado, para quien no lo recuerde, es más que nada aquel cine consumido y por supuesto reivindicado por el cuñado o la cuñada media. Hablamos casi siempre del cuñado pero su versión femenina está muy presente en el día a día. La cuñada media existe también, no lo olvidemos. Suele ser aquella ciudadana que te recrimina que vayas al cine a ver Vengadores por ser algo muy friki mientras una amiga le descarga “El diario de Noa” porque además el precio del cine le parece muy caro y ella no entiende de eso de las descargas. Están entre nosotros y en un momento dado pueden pasar inadvertidos mientras se mantengan en silencio y sean discretos. Tienen  diez dedos, dos brazos, dos piernas (normalmente) y anidan y ponen huevos. Ten cuidado: estamos rodeados de monstruos.

En esta segunda parte de nuestra selección de cine cuñado, elegimos un segmento fundamental para identificar al monstruo que puedas tener enfrente; por si no lo has identificado, estas notas pueden proporcionarte algunas pautas de identificación y reconocimiento. Al fin y al cabo,

¿Qué es el Comedy-Cuñao? para nosotros es un segmento de cine comercial, ponzoñoso y vergonzante que carece de pretensión alguna digna de valor real y se escora en el argumento “Por lo menos te ríes“. Stop. Hagamos parada y fonda aquí.

¿Por lo menos te ríes? ¿POR LO MENOS TE RÍES? esa deleznable expresión es el “por lo menos tienes trabajo“, el “por lo menos tienes novio” (o novia, o amante) , es decir como una especie de variante cinematográfica de una invitación a mantener el status quo de algo, a conformarte, a no ir más allá, a no quejarte, a no exigir más. Son expresiones, en definitiva, que invitan a la mediocridad, a la medianía, a no buscar nada más ni nada mejor. Basura que hace daño a nivel Paulo Coelho. Cosa de gente chunga, sin carisma, rendidos, conformistas…Si oyes la frase, no lo dudes: sal corriendo. Sin mirar atrás (te convertirías en estatua de sal). Corres el riesgo de levantarte una mañana con una flipada por Amelie o peor aún, con un flipado por Gladiator.

Y como Can It Be All So Simple educa y divierte, tras esta introducción necesaria y suficiente te dejamos a continuación con un breve listado de películas que son la quintaesencia del cine cuñado en su dimensión cómica: bromas fáciles, palabrotas, genitales, borracheras y pedos. Lo suficiente como para construir historias de baja estofa con humor zafio y caspa como sal gorda. Os dejamos con nuestro segundo artículo acerca del cine cuñado: el Comedy-Cuñao.

 

Colega, ¿Dónde está mi coche?

CIBASS Colega donde está mi coche

El cuñado español medio ha fumado porros durante alguna etapa de su vida (igual que antes siempre hacía la mili) y seguramente -durante su época en el boom de la construcción- ha probado otras sustancias. De modo que Colega, ¿donde está mi coche? conecta con esa premisa de borracheras y colocones que un buen cuñado narra como si el resto de la humanidad nunca hubiera bebido o fumado más de la cuenta en una fiesta. El espíritu pseudo transgresor con el que se identifican los cuñados es sencillo: al tratar de algo por lo que hemos pasado todos, y es que esta raza de seres no va a acudir a una manifestación de apoyo a los refugiados (ni ahora que está de moda) pero va a contarte sus borracheras adolescentes como el máximo símbolo de la subversión, demostrando que las borracheras nocturnas son su “Fuck-The-System” cuñadiano. No tenemos nada en contra de las comedias absurdas (somos fans de Will Ferrell, por ejemplo) pero si de las que están hechas con dejadez, falta de talento y buscando lo fácil, donde Colega, ¿dónde está mi coche? se encuentra con todos los méritos. Una comedia realizada con pereza y sólo recordada por aquellos a los que va dedicado el artículo, huímos del snobismo tanto como del humor cuñado y esta película es uno de los grandes ejemplos.

Scary Movie

CIBASS scary-movie

La película que el cuñado por definición no se pierde cada vez que emiten en televisión. Los hermanos Wayans (que en sus inicios eran realmente graciosos, cuando rodaron Los colegas del barrio) escribían y dirigían una película con lenguaje simple y chistes escatológicos y se convierte en un hit mundial con -atención- cuatro secuelas, la prueba de que el cuñadismo es un fenómeno internacional. Durante mucho tuvimos que aguantar a nuestro cuñado imitar los chistes y anticiparlos cuando la emitían y es que no hay nada peor que parodiar películas que hasta el más analfabeto conoce (Scream, El proyecto de la bruja de Blair, Viernes 13, Se lo que hicisteis el último verano, Matrix o el sexto sentido, con las secuelas se parodiaba a cualquier película que triunfara en taquilla). La raza de cuñados comprende al identificar los chistes, homenajes y parodias de filmes que han visto hasta en Marte y se sienten especiales, con lo que será el primero en tener un screener de la próxima de la saga y contarte muy rápido que la ha descargado el primero. El “pero por lo menos te ríes” ni siquiera se cumple en la mayor parte de la saga y por supuesto el cuñado medio ni siquiera reconoce a los hermanos Wayans que tienen una trayectoria (que han destrozado) a sus espaldas.

Hasta tuvo una variante celtíbera llamada “Spanish Movie” pero no podemos confirmar que algún cuñado fuese a verla al cine.

Torrente

CIBASS torrente

Si bien la primera película de la saga tenía su punto oscuro, crítico con la sociedad y una visión underground de nuestra España todo se fue al traste cuando tu cuñado el de la Legión Española y sus amigos no la entendieron como una ironía. Después de eso, Santiago Segura se tiró al charco y les dió lo que querían: guiones básicos, parodias fáciles, cameos vergonzosos con los que tu cuñado o el mio se pudieran identificar (es decir; prensa rosa y fútbol) y la saga se hundió en la miseria, si bien hizo ricos a Segura y sus productores. Ahora estos pobladores de la patria que saben de todo y lo dicen en voz alta tienen su única cita con el cine cada tres años en cada nueva entrega, mejorando las cifras del cine nacional y avergonzando a los habituales de la pantalla grande y la cultura general. Las opiniones son subjetivas y cada uno tiene una, pero quizás preferimos pagar por ir a ver una película donde no salga Belén Esteban, Jesulín o Kiko Rivera.

Ocho apellidos vascos

CIBASS Ocho-Apellidos-Vascos

El cuñado y la cuñada media no suelen ver cine español. Ellos son más bien de argumentar que es una mierda, que son películas muy malas, que viven de las subvenciones, que ojalá que las pelis españolas fuesen como el cine estadounidense (el cine estadounidense que ellos ven, claro)…y por supuesto normalmente suelen enorgullecerse de no haber visto una película de factura nacional desde hace años. De no haber visto jamás una de Almodóvar o ahora que está en el centro de la polémica, de Fernando Trueba. Huelga decir que el resto de su entorno lo jalea y lo refuerza: tribalismo cuñao y sentido de clan van de la mano (eso puede verse con facilidad en torno a un partido de fútbol). Hemos dicho que no suelen ver cine íbero pero a veces se saltan la norma: depende de la publicidad y del boca a boca cuñadil, pueden ir a una sala de cine a darle sus euros a una producción española. Si hay el suficiente “hype” comercial y el cuñado en cuestión recibe en cantidad suficiente ese “por lo menos te ríes” un buen cuñado termina accediendo. Y más si se trata de esta superproducción übercuñada con la que Emilio Martínez – Lazaro se consagró como el gran maestre del comedy-cuñao. ¿Qué decir sobre esta obra? coger los peores y más malolientes estereotipos de dos regiones, echarlos al perol, seleccionar a un tipo sin carisma alguno como protagonista, a una chica algo seca, empujar al duo “Los Compadres” dentro y poner a Carmen Machi en la mandanga. Casi nada. Suponemos (nos gustaría pensar) que hubo una intención inicial de hacer una versión celtíbera de esas comedias “Norte-Sur” que tan bien han funcionado en Francia y en Italia, pero cuando la película terminó y vimos cantar a Los del Río supimos con toda certeza que estábamos frente al horror más absoluto.

Al menos le ha servido para pagar facturas al buenazo de Karra.

 

Al otro lado de la cama

Otro gran hito del ínclito Emilio Martínez-Lázaro, un señor que llegó a ganar el Oso  de Oro del festival de cine de Berlín (sigh, sob…). En este caso  y aunque hayan pasado los años ya, traemos al listado una comedia que fue en su momento todo un blockbuster cuñado: actorazos como Willy Toledo, Paz Vega y María Esteve participaban de una comedieta de relios parejiles que para ir un paso más allá era un musical. Casi nada. Además con canciones así bastante cuñadas de Tequila, Los Rodríguez y hasta Coque Malla (el Joselito del Pop español). Aquello dejó por un lado una película que merece Gulag y una sarta de cuñados-divertidos (desenfado cuñadil) que andaban todo el día replicando aquel mantra-basura de “Soy el niño meloooooooooón, soy el niño melooooooooooooooooón” una y mil veces más repetido en sucesivos alardes de desenfado cuñadil. Todo era gracioso en ellos hasta que empezaron a votar Ciudadanos y dejaron de parecernos divertidos e inofensivos. Os dejamos con la escena y la dichosa frasecita, para que la refresquéis y la uséis para identificar potenciales cuñadazos:

 

 

 


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