Empire: Terrence Howard y los billonarios del hip hop
Por JD Romero, @JD_Romero23
El hip hop no es cosa de jóvenes. A pesar del estigma con el que siempre ha contado, el rap es cosa de gente madura, al menos de quienes controlan el negocio, el modo y las formas.
Nacido en la segunda mitad de los setenta como subcultura urbana en el Bronx pronto se viralizó en todo el mundo, si bien para mucha gente era sólo algo pasajero (muchas de sus características estéticas son usadas y desechadas por el mundo de los negocios a escala global, especialmente el universo de la moda y las tendencias) un movimiento cultural con cuarenta años de historia que sigue vendiendo cientos de millones de discos y que casi dicta lo que es cool y lo que no a nivel mundial no puede ser considerado algo efímero o temporal.
La naturaleza subversiva y casi revolucionaria del rap es la que ha encandilado durante estas cuatro décadas al resto, siendo adaptadas muchas de sus formas por estratos sociales y grupos a los que no les pertenecía (ni social, ni cultural, ni ideológica o culturalmente) para beneficiarse de las virtudes como “marca” que se le asocian. El rap es revolucionario pero también es presumido, el hip hop es concienciado pero ostentoso, es de izquierdas pero promociona zapatillas de doscientos dólares, puros habanos, accesorios de Gucci, Louis Vuitton o Prada, así como las bebidas más caras (Hennesy, Courvoisier) que han visto catapultada su fama por las constantes menciones de los raperos y artistas del r&b. Podríamos decir que el hip hop tiene todos los valores añadidos y revolucionarios de los que la gente quiere formar parte pero, sin embargo, abraza el capitalismo con toda su fuerza de modo que el producto perfecto: te hace sentir vivo, joven y a contracorriente mientras alimenta la mercantilización más salvaje.
El hip hop (al menos directamente, por extensión es algo inabarcable) está controlado a grosso modo por unos cuantos multimillonarios que superan los cuarenta años: Russell Simmons (Def Jam, Phat farm), Puff Daddy (Bad Boy Recordings, Revolt TV, Sean John), Dr. Dre (Beats by Dre, Aftermath Records), Jay-Z (Brooklyn Nets, Rocawear, Cohiba) y un largo etcétera. Pero no sólo en los negocios los cuarentones del rap sigien teniendo mando, si nos fijamos en cuestiones de calidad artística nos damos cuenta de que Nas (nacido en el 73) y Ghostface Killah (miembro de Wu-Tang clan nacido en el 70) siguen superando a muchos de los artistas jóvenes que vienen empujando, musical, rímica y narrativamente. Casi podríamos decir que no ha habido una regeneración completa del rap desde los genios que vinieron para quedarse en los sagrados años noventa. Y sí, hay artistas como Kanye West o Rick Ross que hacen ruído (sobretodo el primero) tanto en lo artístico como en los negocios, pero les queda mucho para llegar al status de leyenda que por ejemplo, Nas consiguió con su primer álbum.
Estrenada el 17 de enero en Estados Unidos por la Fox, Empire narra la historia de casi cualquier ejecutivo del hip hop de los que antes he mencionado o, mejor dicho, mezcla la historia de un poco de todos. Bebiendo de los grandes CEOs maduros del hip hop y el soul moderno y de clásicos como El rey Lear o El león en invierno de James Goldman, como lo leen.
Protagonizada por un actor de peso como Terrence Howard, Empire tiene varias misiones: superar a Power (serie de temática similar), volver a poner arriba a Howard como actor de renombre tras su trifulca con Marvel (recuerden que era Máquina de guerra en la franquicia de Ironman, de la que fue expulsado) y lo más importante; convertirse en la serie afroamericana por excelencia, “género” que una vez copó las televisiones en los años noventa. Complicado pero no imposible.
Profundizando en la serie, Empire cuenta la vida de Lucious Lyon, rey Midas de la música negra a la cabeza de de un sello discográfico líder del sector durante dos décadas. Al igual que en Breaking Bad, todo cambia cuando Lyon se entera de que tiene una enfermedad y tiene que elegir entre uno de sus tres hijos (Andre, Jamal o Hakeem) para dirigir el universo musical y de mercadotecnia que él ha construído. Como era de esperar la decisión no será fácil, uno de sus hijos es homosexual y Lucious teme que la sociedad no acepte su liderazgo por prejuicios, otro es bastante desorganizado (por utilizar un eufemismo) y prefiere pasar su tiempo entre el alcohol y drogas, aunque tiene cierto talento artístico, y el tercer hijo tiene todo lo que se espera de él: es estudioso, formal, elegante y atractivo, pero con cero carisma y nula aptitud para el arte. Fraternidad, negocios y el pasado que siempre vuelve. Lucious Lyon consiguió el capital para fundar la compañía con la venta de drogas durante su juventud, cierta gente conoce esto y amenaza con su parte del pastel. Puedes salir del ghetto pero el ghetto no va a salir de ti.
La serie (a pesar de no tener la mejor dirección y edición del mundo) parece que va para largo. El rey de un imperio con su mujer y sus tres hijos luchando por controlar una compañía y sentarse en el trono, con el fondo real, tangible y auténtico del hip hop como base. La banda sonora (el producto ejecutivo musical es Timbaland) acompaña perfectamente y sirve como un bonus extra en un drama familiar que viene de lo más bajo pero que está en la parte más alta de la sociedad, que viste de las más altas firmas pero que tiene problemas con el alcohol y ciertos prejuicios con la homosexualidad (y el recelo que aun se tiene en ciertos sectores de la sociedad afromericana). Empire se presenta como una buena serie con una grandísima baza: Terrence Howard. Un gran actor que es capaz de aguantar el peso del producto siempre que los guionístas den la talla en el futuro. Empire es Terrence Howard pero también es Bad Boy Records y Death Row Records, y Roc A Fella, y Def Jam. Empire es hip hop con su elegancia y sus controversias, con su futuro pero con su pasado. Empire no es perfecta, pero reproduce con tanta exactitud el mundo al que representa que casi se puede tocar con los dedos.
Gran artículo, pero ¿Que hay de Master-P?, nos guste su música o no ha sido uno de los raperos que mas dinero ha ganado en el negocio.
Saludos