(One Two, One Two) Cinco mártires en el nombre del Rap

Por Jorge Cruz, @jazzpive y David Rodríguez, @davidjguru

“Creen que lo tienen todo: el dinero, la fama, el poder, un gran ego, coches y mujeres. El sueño típico del chico del ghetto que se convierte en estrella del Rap…Pero ¿vale la pena todo eso a cambio de una vida?”

El mundo del Hip Hop adolece de algunos males que también son compartidos por la historia de la música en general y por la del Rock en particular: al igual que el Rock, el mundo del Hip Hop se encuentra inmerso en grandes contradicciones. Jóvenes que alcanzan la fama y van perdiendo la noción de la realidad poco a poco, nuevos millonarios que proclaman su orgullo de ser héroes de la clase trabajadora mientras se codean con sus nuevas amistades de clase alta. Convivir con ricos e intentar vender tu obra a los trabajadores (que son realmente tus clientes, los que compran tus discos y van a tus conciertos). Hacerte ver como alguien de izquierdas mientras vistes ropas caras y coches de lujo. Cualquiera de estas paradojas y contradicciones existen y pueden ser comunes entre diferentes campos de la música y del show business, pero hay otros elementos que no: ese es el caso del artículo que nos ocupa, aquello en lo que el mundo del Hip Hop es experto y alcanza un nivel que no es compartido por ningún otro estilo: la convivencia habitual junto a la violencia. El Rock tiene sus mártires, pero principalmente debido a drogas y abusos de consumo: Jimi Hendrix, Jim Morrison, Janis Joplin, Bon Scott, Sid Vicious…el Rap también tiene los suyos, pero por otros motivos. Hablaremos de algunos mártires en el nombre del Rap.
Les vamos a contar una historia de cinco personas que durante un tiempo fueron todo lo que está escrito al principio de este artículo, cinco historias distintas pero iguales de principio a fin con un mismo final, cinco historias de artistas y productores forjados en la guerra de las calles entre viviendas sociales, luchas de bandas, abandonos familiares (preferentemente por parte de padres), y afán de superación para llegar a ser el mejor en esta jungla de asfalto. Cinco historias que podrían ser cada una un buen guión de Hollywood si no fuera porque con el tiempo la realidad supera ampliamente a la ficción. Cinco vidas que hacen reflexionar y pensar ¿Hasta cuando durará esta batalla por el control del negocio que implica directamente a las compañías discográficas, las calles y la violencia? Una combinación letal que azota la música Hip Hop casi desde sus inicios.

Chinx Drugz

Chinx Drugz

Chinx Drugz

Vamos a empezar por la historia más reciente: la del último gran soldado y cachorro de Puff Daddy. Nacido como Lionell Pickens JR. en el distrito de Queens, zona de viviendas de protección oficial y cierta pobreza. Pronto empezó su gusto por el rap, influenciado por tres grandes leyendas (en el mundo del Rap se es leyenda muy rápido) como los N.W.A de la costa oeste, Nas y Puff Daddy, estos dos últimos de su Nueva York natal y curiosamente el primero (Nas) de su mismo complejo de viviendas en Queens.

Criado como decíamos antes en la zona de Far Rockaway, el pequeño Peckens estaba rodeado de un nivel de bastante pobreza, delincuencia, matones de bandas y drogas; todo ello estuvo salpicándole toda su vida. Todo el talento que tenía para escribir lo tenía también en igual medida para entrar y salir de líos. Durante la década de los noventa entró y salió varias veces de la cárcel por tráfico de drogas y armas. Durante la primera década del nuevo siglo empiezó a grabar singles gracias a sus contactos con gente como Dj Khaled, Rick Ross o French Montana. De hecho es con este último con el que entabla una gran amistad creando incluso su propia discográfica y productora llamada Drugz Boyz.

Puede parecer una paradoja pero es un asunto bastante llamativo el hecho de que después de trabajar en bastantes proyectos, al final solo dispongamos de un álbum de estudio bajo su sello y algunos singles: el primero data del año 2012 llamado “I’m a Coke Boy” escrito en conjunto con su inseparable French Montana. Un single que fue bien recibido en ventas y radios, pero bajo nuestra humilde opinión y nuestro propio juicio musical debemos decir que carece de originalidad, con ritmos demasiados repetitivos y resulta muy lineal. Además queda algo ridículo e infantil el rol-playing tan manido de estar jugando a ser capos de la droga y estar por encima de la ley, de todos y contra todos. The same old shit.
Su principal disco y sacado en solitario en el año 2015 Welcome to JFK es una autobiografía de su vida, su recorrido por las calles y sus escarceos con el negocio de las drogas articulado todo por su particular relación con la música. “yo no quiero encajar“, dice. “Quiero que la gente respete mi música. Tengo el impulso de ser original y ser fiel a lo que soy como persona y como artista, y no crear una mentira con mi arte…
Lamentablemente estas palabras se quedaron sin continuación el diecisiete de Mayo de este año. Tras actuar en un club, Chinx (que solía viajar con su arrogancia sentada en el asiento de al lado dentro de su Porsche plateado) era tiroteado en Brooklyn a las cuatro de la madrugada y pocas horas después se confirmaba su muerte a través de su representante.
Chinx ya entraba a formar parte de las leyendas que representan a los mártires del género.

Jam Master Jay

Jam Master Jay en 1986

Jam Master Jay en 1986

La siguiente historia tiene como protagonista a uno de los padres de este movimiento, un tipo lleno de talento y hombre polifacético: productor, escritor, DJ, poli instrumentista…una verdadera leyenda del Hip Hop.
Su sonido venía de Brooklyn y fue el fundador de uno de los mejores grupos de Hip Hop de todos los tiempos (Run DMC): Jam Master Jay o lo que es mismo Jason Mizell, nacido un veinte de Enero de mil novecientos sesenta y cinco y que antes de dedicar su vida fielmente al hip hop ya tocaba en varios grupos, manejándose primero con el bajo y después con la batería. Con el paso del tiempo Mizell conoce a dos colegas nativos de su mismo barrio los hermanos Simmons y juntos quedan inscritos con letras de oro del Rap formando los Run DMC. El resto de la historia ya lo conocéis: chupas largas de cuero, sombreros negros de ala corta, ropa deportiva Adidas (compañía con la que se convirtieron en el primer grupo del mundo del Rap en sellar una gran alianza comercial) y cadenas de oro al cuello. Pura historia del Hip Hop.

Mizell fundó su propio sello en 1989 y lanzando a bandas como Onyx (de los que hablamos aquí) algunos años más tarde: la carrera de un gran profesional del mundo del storytelling rimado que a lo largo de toda su carrera no dejó de colaborar y trabajar con los productores, discjockeys y MCs más reputados. De Rick Rubin a 50 cents pasando por Chuck D. Increible. Y más increíble aún es conocer los detalles que llevaron a su desdichada muerte. Jam Master Jay era un tipo con bastante buen karma, no arrastraba grandes conflictos personales con ningún otro capo del Hip Hop ni tenía ningún archienemigo declarado. Es más, ni siquiera tenía antecedentes penales (y esto si que es de lo más extraño en este negocio), ni se le había cogido con drogas, ni con armas, ni con nada peligroso. De hecho incluso a nivel de costas se gozaba de una relativa tranquilidad marcada por una tregua general entre el este y el oeste. Así que nadie podía presagiar lo que le esperaba: era un tipo legal y al contrario que el resto de estrellas del mundillo, había renunciado a dejar su barrio para trasladarse a una urbanización de lujo con más seguridad. Tal vez de haberlo hecho estaría aún entre nosotros. Jam nos dejaba para siempre a las 19:30 del 30 de octubre de 2002 con un tiro en la cabeza asestado por un ladrón que entró a robar en su estudio de grabación de Merrick Boulevard de Queens. El mismo distrito que nunca quiso abandonar.

Por el camino hubo dudas, peticiones de justicia (en varias de sus formas administrables) e investigaciones. Desgraciadamente nunca se supo realmente que pudo haber detrás de aquel asesinato, ni las implicaciones de posibles capos del mundillo. No hubo más culpables que un pobre desgraciado que fue comprado. Algo típico.

Big L

Big L

Big L

Del distrito de Queens pasamos al barrio de Harlem: de allí viene la tercera historia de este recorrido por el camino de los mártires del Hip Hop. En esta ocasión hablaremos de Big L, de nombre real Lamont Coleman y nacido en el año mil novecientos setenta. Big L fue uno de los mayores exponentes del freestyling en el Hip Hop, un innovador en aquella fase inicial del negocio en el que el objetivo básicamente era contar buenas historias rimadas, sin tener todavía esa vertebración pop que le aplicó Rick Rubin para darle un formato más “comercial” (estrofa – estribillo), así que estamos en la fase más callejera y salvaje del Hip Hop, y en ambas era un maestro Big L, que se dedicaba a rimar en la calle desde los doce años como primer hobby, contando toda su problemática familiar dentro de sus relatos en forma de letras. Su juventud fue continuamente una ruleta rusa y así fue cantada: su madre fue una adicta al Crack y su padre lo abandonó a la edad de trece años. Lamentablemente un destino común y muy triste para muchos niños y niñas en el ghetto.

Así que desde pequeño desarrolla su gusto por el Rap escuchando a uno de sus grupos favoritos: Eric B & Rakim. Lo más interesante es que años más tarde el pobre niño abandonado llegó a conocerlos y llegaron a realizar varias colaboraciones distintas. En el año 91 empieza a moverse en los circuitos profesionales y funda el grupo Children of the Corn (COC), aparece en el legendario programa de televisión Yo! MTV Raps y su carrera empieza a despegar.

En el año noventa y cinco llegó su esperado álbum de debut llamado “Lifestylez ov da Poor & Dangerous”, y lo cierto es que el disco no estaba nada, nada mal. A día de hoy sigue siendo un pequeño y discreto clásico muy recomendable: con este estreno Big L puso en el mapa su inconfundible fraseo con rimas bien encajadas y sobre todo lanzó su carrera profesional vendiendo más de 300.000 copias de su single más famoso “Put It On”. Un despegue más que merecido de este pobre niño del ghetto que contó para su gran debut con colaboraciones muy sonadas como las producciones del mítico Premier o de Kid Capri. Siguiendo con su carrera ascendente llegó incluso a fundar su propio sello discográfico, el Flamboyant Entertainment , con el que empieza a trabajar en dos grandes operaciones: por un lado un nuevo y ambicioso álbum de estudio llamado Big Picture en el que se plantea reunir a un gran plantel de colaboradores: producido por Premier, contará con la participación de Guru, 2Pac, Showbiz, Pete Rock y muchos más. Por otro lado, su otra gran operación consiste en abrir nuevos contactos con Jay Z y su mano derecha Damon Dash, con el objetivo de empezar a colaborar con Jay y su gente de Rock-A-Fella Records.

Toda una ambición cortada de cuajo en febrero del noventa y nueve cuando al salir de su vivienda es tiroteado por una banda de varios asaltantes que iban a por él y lo estaban esperando. ¿La verdadera causa? una vez más, nunca se supo. Nadie vió nada. Nadie escuchó nada. Nadie recordaba nada. Un caso imposible de resolver desde el punto de vista policiaco y que sin embargo a pie de calle siempre se entendió como un ajuste de cuentas debido a deudas acumuladas por el hermano del cantante. Siempre nos quedará la duda de saber que papel tenía exactamente Big L en esta macabra obra antes de que una nube de balas pusiese fin a su sueño de ser una gran estrella del mundo del Rap.

Notorious Big

CIBASS The-Notorious-BIG

The Notorious Big

“No podemos cambiar el mundo si no cambiamos nosotros mismos”
“Todos ellos hablan pero ninguno actúa por eso me rio de todo ellos”

Así se presentaba Notorious Big en sus múltiples actuaciones y entrevistas a largo de su carrera musical. Nacido en el año mil novencientos setenta y cuatro en el distrito de Brooklyn y de nombre original Christopher George Latore Wallace, se crió como la mayoría de muchos raperos: sin padre y bajo la tutela de su madre, en este caso una profesora de instituto llamada Viollet. Biggie coincide en clase con otros míticos protagonistas del mundo del Hip Hop como Busta Rhymes y Jay Z. A la edad temprana de diecisiete años decide dejar el instituto y empieza a ganar dinero fácil en la calle con el tráfico de drogas y la extorsión. Lamentablemente, el caso de Notorius era algo distinto pues como he dicho antes su madre era profesora de instituto y siempre trató de inculcarle valores sociales, estudios y responsabilidades. Más allá del cuadro básico de padre ausente, Biggie no era el típico perfil de niño predispuesto a ser devorado por las calles, pero no lo pudo evitar. Es con el paso del tiempo cuando empieza a escribir y ve que tiene algo especial en sus rimas y en su estilo. Con su primer hijo en camino, recorre todas las discográficas hasta que conoce al que sería su socio Puff Daddy y juntos comandan una época en la que empiezan a copar las primeras planas de revistas musicales, radios, y conciertos. La leyenda está en marcha.

Hay otro aspecto en común con las demás historias y es que su legado en vida solo consta de dos álbumes al igual que Chinx o Big L. El tiempo pasa y Big Poppa (que es como también se le conocía a él) es ya un disco consagrado y su autor es considerado el rey del sonido Gangsta de Nueva York. Saca su segundo largo en el año mil novecientos noventa y siete: el espectacular “Life After Death”, una visión premonitoria de lo que se le vendría encima. “Live After Death” (Vida después de la muerte) representa el momento vital sosegado y calmo en el que se ve a un Biggie mucho más maduro y reflexivo que ya no solo ha cambiado haciendo una música totalmente distinta a la que tenía por costumbre, sino que además ha cambiado aquellos principios de guerra constante por los que siempre andaba desafiando a todos los que se le pusieran por delante.
Ya solo quiere disfrutar de su música, producir sus propios discos y poder ayudar a futuros músicos y raperos. Pero los conflictos que había generado anteriormente no van a aceptar la tregua que él busca.

Tras asistir a una entrega de premios en Los Ángeles es tiroteado y muere con cuatro disparos alojados en el pecho. ¿Ajustes de cuentas entre discográficas? una hipótesis más que probable. Y más teniendo en cuenta de que en medio se encuentra el peligroso capo Suge Knight, boss de Death Row Records, un hombre que ya pasa más tiempo dentro que fuera de la cárcel, que es capaz de ir a visitar el set de rodaje de la película sobre N.W.A y al salir, terminar atropellando intencionadamente a uno de los técnicos del set a causa de una estúpida discusión. Un tipo verdaderamente peligroso.

2Pac Shakur

CIBASS 2pac Shakur

2Pac Shakur

El tiempo pasa y vamos con la última breve (por edad y momento de la muerte de su protagonista) historia que tenemos hoy aquí en esta revisión. Podemos abrir este caso con un set de frases que dejó magníficamente escritas su propio protagonista:
No estoy diciendo que voy a cambiar el mundo, pero garantizo que encenderé la llama del cerebro que sí lo hará”
“No puedes ser un Ángel si estás rodeado por demonios

Es la definición más aproximada que podríamos hacer de nuestro protagonista: una pelea constante entre el bien y el mal, una montaña rusa, una contradicción constante con una vida muy corta llena de paradojas. Un genio como ya describimos aquí y también aquí. Un poeta, escritor, rapero, actor, productor… nacido como ya sabéis en East Harlem y que fue el primer gran mártir de la causa del Rap. Alguien que vió como todos sus éxitos conseguidos se empañaban con cada juicio que tuvo por agresión, extorsión, tenencia ilícita de armas, tiroteos, abuso sexuales y como no, por drogas…

Es en el año mil novecientos noventa y cinco cuando aparece el Capo Suge Knight (siempre muy cerca de donde pasan las peores cosas). Knight paga su fianza cuando se encontraba en prisión, y juntos forman una sociedad con la firma de un gran contrato, convirtiéndose 2Pac en la figura principal de su discográfica y confirmando el sonido gangsta en toda la costa oeste. Pero no olvidemos que Suge Knight es algo así como las naranjas dentro de la saga de El Padrino: su aparición trae augurios de muerte.
En la madrugada del trece de Septiembre 2Pac está en plena promoción del que sería su último disco en vida recorriendo la ciudad de Las Vegas y viajando junto a su tétrico socio cuando al detenerse en un semáforo justo tras asistir a un combate de boxeo en plena ciudad del pecado llega el desenlace fatal que todos conocemos: 2Pac muere tras ser tiroteado y el conductor del coche (Suge Knight) consigue salir ileso.

Cinco historias distintas pero iguales en el mismo destino, cinco vidas que sus protagonistas vivieron creyendo estar encima de todos y desafiando a la muerte.

Cinco vidas llenas de contradicciones, en las que algunos de ellos creyeron poder forjar un personaje basado en los peores estereotipos del cine de gángsters, con actitudes que imitaban al mismísimo Corleone.

Cinco niños pobres del ghetto con padres ausentes, forjados en las calles y en la pobreza, que no pudieron impedir llegar hasta las últimas consecuencias de sus actitudes. Una recopilación que nos recuerda que todavía queda mucho por cambiar y que desgraciadamente no serán estas las últimas víctimas, con lo que seguramente se escribirán muchas más líneas sobre otros soldados caídos por el juego del Rap.

Así es el Rap en cierta manera: una historia de violencia.


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