Falsalarma, la memoria de mis pasos: talento, esfuerzo… y la vida
Por JD Romero, @JD_Romero23
Cualquiera que sepa lo justo sobre hip hop nacional y su historia sabe que los catalanes ‘Falsalarma‘ son una de las piezas clave en la profesionalización del género en nuestro país. No sólo han hecho álbumes que han quedado para la posteridad dentro de la cultura que representan sino que su perfeccionamiento en los directos ha sido un ejemplo histórico y un antes y después en la evolución positiva del rap en nuestro país. Con una carrera plagada de respeto y éxito profesional, cinco discos de estudio (incluyendo el que hoy nos ocupa) , varios singles (más los de sus integrantes en solitario), un DVD en directo, un tema para la banda sonora del legendario ‘Need for Speed; most wanted’ de la Playstation y un sinfín de directos sobresalientes por España y Sudamerica, ‘Falsalarma’ son un sello de calidad, el compendio perfecto entre trabajo y talento. Si hablamos de rap en castellano, pocos nombre suenan con tanto peso, garantía y deferencia que esta banda de Sabadell, así era hace quince años, hace diez y así es hoy.
Y tras siete años de silencio, dedicados más a sus familias y a la tarea de criar a dos niñas (‘Titó’ y ‘El Santo’ son padres de una niña cada uno) cumplen el sueño de la mayoría de bboys de nuestro país entregando un nuevo trabajo. Un álbum de estudio del que primero veíamos una preciosa portada (diseñada por el magnífico Adolfo Guerrero ‘Trach‘, un símbolo en el diseño gráfico en el rap nacional) que dejaba intuir el contenido del disco. Y es que yendo al grano y una vez nos ponemos los cascos nos toca disfrutar del trabajo realizado por estos cuatro tipos, parece que la espera ha merecido completamente la pena.
Con una bonita intro de Mario Benedetti bastante coherente con el álbum y el momento que se publica pasamos a un disco maduro y ecléctico que sorprende por varias cosas; la primera porque los legendarios ‘Falsalarma’ están en plena forma, lo segundo porque hay una mezcla perfecta entre sonidos clásicos y actuales que suena absolutamente cohesionado y lo tercero que la mezcla y la masterización está por encima de la media de discos de rap nacionales. Un álbum que suena en bloque y que sin embargo alberga momentos para rap clásico, hardcore, soul, reggae, boom bap e incluso los sonidos más actuales.
Una vez inmersos en los dieciocho cortes descubrimos una evolución dentro del respeto al sonido clásico del grupo, pero no porque se rocen sonidos más contemporáneos (que también) sino por el contenido de unas letras mucho más complejas, profundas e introspectivas en las que se toca la familia, el paso del tiempo, el sitio que les corresponde por una trayectoria inmejorable, la política, la desigualdad social y como no; el típico vacile del hip hop. Mención especial al cambio que supone hacerse padres y educar a los hijos, cuestión que sobrevuela casi todo el álbum, algunas veces de manera explícita y otras de manera implícita.
En cuanto a colaboraciones nos encontramos con buenas elecciones de artistas que se amoldan perfectamente y bucean en los ritmos elegidos para ellos, caso de ‘Legendario‘, (Dogma Crew), ‘Juaninacka‘, ‘Capaz‘ (Hablando en plata), ‘Tosko‘, ‘Lasai‘, ‘Morodo‘, ‘Skone‘ y ‘Jah Nattoh’, ahí es nada. Un disco sobresaliente (probablemente el mejor de toda la carrera del grupo) y maduro, oscuro y envolvente que será un orgasmo sonoro para fans de la banda y que encantará del mismo modo a los que gusten del rap serio, aunque hay momentos actuales en los que el grupo se mueve como pez en el agua.
Masterizado en la gran manzana (y vaya si se nota), la vuelta de Falsalarma es aun mejor de lo que esperábamos -que era mucho-, un disco cohesionado, de textos para oír muchas veces, bases instrumentales que van desde la agresividad a lado más introspectivo. Un disco que ponen en mayúsculas el rap en castellano y que significa un puñetazo en la mesa por parte de los de Sabadell y un halo de esperanza a los que creen en el género. El cinturón negro de Kyo Ku shin kai en el rap es para Falsalarma y a ver quien los reta.