All eyez on me: Tupac Shakur en la gran pantalla
Por JD Romero, @JD_Romero23
Nadie duda a día de hoy de que Tupac Shakur (1971-1996) es una de las figuras más representativas de la historia del hip hop por diferentes y definidas razones. Un tipo con ciertas habilidades sociales que estudió interpretación en la universidad y al que la vida fue transformando (en gran parte debidoa sus propias decisiones) en alguien cada vez más atormentado pero interesante musicalmente. Su soltura para escribir, su carisma y flow (esa palabra tan denostada y que sin embargo define a la perfección sus cualidades en el rap), sus elecciones musicales melódicas y accesibles y su filosofía gangsta rap unida a ciertas inquietudes revolucionaras lo convirtieron en uno de los raperos más reconocidos en todo el mundo desde comienzos de los noventa hasta que fue asesinado, no mucho después. Su vida y muerte irían unidas de por siempre a la de Notorious BIG (1972-1997), primero por ser probablemente los dos mejores raperos de su generación (a los que les sumaríamos a Nas -nacido en 1973- y a Jay-Z -nacido en 1969-) y muy posiblemente de la historia del rap y segundo por las relaciones entre sus violentas muertes.
Una figura controvertida, compleja, de rapidez mental y talento para las artes cuya vida estuvo expuesta continuamente a los focos debido su filmografía, su carrera discográfica y su estilo de vida gangsta, todo combinado parecía ser un imán para los medios y que mal gestionado acabó con su temprano asesinato. que te explicamos con todo lujo de detalles en este artículo. Pero más allá de la controversia, Tupac fue capaz de hacerse con una legión de fans en todo el mundo, muchos de ellos alejados de los seguidores estrictos del hip hop y si bien la figura de Notorious BIG ha acabado calando mucho más con el tiempo, en los últimos años de vida (e incluso los posteriores a sus muertes) el nombre de Shakur fue bastante más sonado, suponemos en gran parte a que sus producciones musicales eran también más dóciles, no así su mensaje.
Pero vayamos al grano, cuando nos enteramos de la producción de un biopic sobre Tupac Shakur tuvimos sentimientos encontrados; por un lado ya era hora de rendir tributo en forma de largometraje a una de las leyendas más grandes de un género musical ya aceptado en todo el mundo (y con ello intentar comprender también sus demonios interiores) y por otra si un proyecto de tal magnitud sería llevado a cabo con la precisión y profesionalidad que se merece. De primeras la cosa no pintaba bien y es que el director elegido era Benny Boom, un afamado realizador de videoclips con sólo dos películas (una comedia de dudosa calidad y una película de acción aun peor) a sus espaldas. El error parecía previsible; elegir a alguien con conexión emocional con Tupac y de estilo callejero en vez de a un director con solvencia ¿cual de las dos elecciones es la acertada?, probablemente una mezcla de ambas; John Singleton, F. Gary Gray o Spike Lee, parece que ninguno fue propuesto y eso que Singleton llegó a dirigir a Tupac en vida. Por si fuese poco, Shakur se encontraba incluso ya fallecido de nuevo compitiendo con Notorious BIG, y es que la película biográfica de Biggie Smalls (Notorious, 2009) fue un éxito a todos los niveles; cercana. fiel, emocionante y con unas interpretaciones magníficas, no en vano se recurrió a un profesional como George Tillman jr. (Hombres de honor) para la dirección.
Claramente podemos dividir All eyez on me en dos partes: una primera en la que vemos su niñez, su primer fichaje discográfico, su carrera cinematográfica y su cara más amable y una segunda: su fichaje por Death Row Records y su relación con Suge Knight. En la primera la narración da saltos temporales y lo que es un intento de comprender diferentes etapas de su vida de forma no lineal acaba por alejarnos de la narración y que no tengamos ninguna empatía con los hechos ni con los personajes. Por si fuese poco, en esa parte nunca vemos la complejidad del protagonista ni el calado de su música y su personalidad en la sociedad estadounidense, tampoco la evolución de su estilo de vida tal como se ejecutaba de manera notable en Notorious. Es la segunda parte que nombramos y una vez que llega a las oficinas de Interscope y entran en accion Death Row cuando la película merece realmente la pena, y no sólo porque sean pasajes míticos que todos conocemos y que ya forman parte de nuestra imagen icónica de Shakur y sus compañeros (Suge Knight, Dr. Dre, Snoop Dogg, Tha Dogg Pound, The outlawz, Faith Evans…) sino porque la exposición aparece continuada y no en bloques de saltos temporales. Esta elección hace que nos metamos mucho más en lo que se nos cuenta y empecemos a disfrutar de la película, claro que para entonces ya se nos han ido más de sesenta minutos de metraje y puede que hayamos mirado el reloj en más de una ocasión.
All eyez on me es un film con un casting impresionante, tanto a nivel parecidos como de interpretaciones (especialmente Suge Knight) pero con una ejecución sencillamente aceptable. Podría tratarse de una película razonable si se tratase de cualquier ghetto movie de ficción, pero no del biopic oficial de una leyenda de la talla de Tupac, con tantos matices y capas y cuya figura se merecía una película de mayor alteza cinematográfica, tal como vimos en Straight Outta Compton o -de nuevo- en Notorious. El filme tiene sus momentos y algunos de ellos nos hacen introducirnos de veras en el binomio de lujo y pesadilla que debía ser el gangsta rap en los noventa, pero se desvanece con demasiada frecuencia o es incapaz de emocionarnos cuando debe. Ni siquiera en el momento de su muerte, la música elegida para tal escena, los planos o los textos post-créditos… y es que puede que Benny Boom conozca el lenguaje de la calle pero también debería conocer el cinematográfico. All eyez on me es una obra agridulce, incompleta con sólo momentos lúcidos que alegrará y entristecerá a los fans del artista por momentos, por minutos y que hará que corramos a ponernos los discos de Tupac para volver a tener una ración real de su enseña y de su mente.
Tal como pasó con el primer biopic sobre Steve Jobs, esperaremos al siguiente.
¿Tan mala es? va a dolerme tratandose de uno de mis idolos
Una película del montón para un artista irrepetible