10 razones por las que el Escuadrón se suicida
Por Ana Rodríguez, @mmetafetan
¿Es tan terrible Suicide Squad como la pinta la crítica? Pues… probablemente sí. La semana comenzó con una oleada de reseñas lapidarias que ponían a escurrir la película, que lo cierto es que no me sorprendieron en absoluto. Cuando anunciaron el proyecto, cuando fueron filtrando imágenes de aquí y allá… más que hype me hacían pensar que la película iba a ser un gran «quiero y no puedo». Pero decidí ser buena este fin de semana e ir a verla con buen ánimo, dispuesta a dejarme sorprender, aunque sólo fuera porque el diseño de los carteles promocionales molaba.
Pero nada, mi intento de no ser una hater no funcionó y en más de una ocasión agité la cabeza pensando «venga ya, no pueder ser…». Incluso mi acompañante dice que bostecé. Bueno, creo que a tanto no llegué, pero más que nada porque la película es a veces tal despropósito que, por lo menos, te mantiene entretenida haciéndote pensar en sus disparates.
Cómo será que salí diciendo que el Escuadrón hace buena a la última de Los Cuatro Fantásticos, aunque claro, la gran vapuleada del género superheroico de 2015 tenía un buen planteamiento, pese con los cambios de peinado de Kate Mara.
¿Y qué es lo que falla? Habrá opiniones para todos los gustos, pero ahí van los 10 elementos que más me descuadraron:
1. ¿Pero cuántos son el Escuadrón Suicida?
Realmente el número no importa pero podríamos pensar que son sólo dos, Deadshot y Harley Quinn, por los minutos que ocupa su presentación en comparación con el resto. Por un momento piensas que como se tomen esa parsimonia a la hora de presentarnos al resto, el metraje se va a ir en el planteamiento, pero no.
El resto, ¿para qué? ¿Por qué es malo Killer Croc? ¿Porque es feo hasta en las figuritas de Funko? ¿Qué pinta Boomerang, así, en general? Ay, espera, que nos queda Slipknot. Bueno, ¿para qué? Sólo se salva Diablo, al que caracterizan de una manera más que digna a lo largo de la película.
2. ¿Hay Razzie al peor montaje posible?
Si no lo hay, este año deberían crearlo. Es cierto que no entiendo muy bien por qué contratan a una determinada persona para dirigir una película y luego el estudio la monta como le sale del ojete. Y en este caso, nunca mejor dicho, porque si de algo nos podemos quejar especialmente de Suicide Squad es del cagarro de montaje que tiene: sin ritmo, aparentemente desconectadas unas partes de otras, queriendo ser Guy Ritchie abusando (como él) de las escenas ralentizadas…
He visto historias de Snapchat mejor estructuradas que esta película.
3. La sombra de la Marvel es alargada…
Y a la tercera canción que suena piensas «holaquétal, quiero ser los nuevos Guardianes de la Galaxia». Pero no, estás a años luz. No vale con seleccionar en modo random tus canciones favoritas del Spotify y plantarlas sin criterio alguno, no tiene sentido alguno mezclar a Eminem con Creedence Clearwater Revival, una versión infame de Bohemian Rapsody con la grimosa de Grimes.
La próxima vez que me quieras vender que tu película destaca por la selección de canciones de hip hop, pídele a Jimmy Fallon, Justin Timberlake y The Roots que te la hagan: ellos sí saben.
4. Sólo es gamberro quien puede y no quien quiere
Y seguro que cuando vieron Deadpool pensaron «mierda, yo quiero ser así». Y si se hubieran tomado menos en serio, la película habría funcionado mejor pero entre amores desgraciados, family issues y autoaceptación, sólo faltaba Jorge Bucay en el grupo.
5. Una Zuul de Hacendado
Pasemos de lo general a lo concreto y comencemos por ese destrozo de personaje que es Encantadora. Dar más detalles sería hacer spoilers pero decir que es una poderosa hechicera y al rato ver que parece que baila samba nivel principiante cuando hace un conjuro es cuanto menos desconcertante. ¿Se inspiró en Sigourney Weaver en Cazafantasmas? Cutremente, sí.
6. El ataque de los mocos
Cuando ya por fin la película se mete en materia, el escuadrón se tiene que enfrentar a un ejército de esputos peristálticos que no sabes si dan miedo o risa. No hay palabras para describir esas cosas, en serio, pero he visto bestias de Invasión Jurásica y películas de SyFy mejor resueltas que eso.
7. Una villana de corchopán
Si los malos son los buenos, los buenos son los villanos, ¿no? ¡Viva la postmodernidad! Junto a este jaleo de roles nos estamos acostumbrando a que los archienemigos tengan más carisma que los protagonistas, salvo en esta ocasión, en la que Viola Davis parece que se inspira en ese portento de la interpretación que es Steven Seagal para crear a Amanda Waller. No se sabe qué siente, no sabemos bien qué la motiva… es el estreñimiento emocional hecho personaje.
8. Tom Hardy, tú sí que eres listo
En un principio, este actor británico iba a interpretar a Rick Flag pero sus problemas de agenda obligaron a reemplazarle. Mejor. Tú no te mereces que pensemos que eres un mierda, porque más o menos es lo que sacas en conclusión: un jefe de fuerzas especiales que es incapaz de salvar su culo, tanto, que tiene que llevar a Katana de guardaespaldas.
¿Qué tipo de selección se hizo para admitirle en el cuerpo?
9. La verdadera protagonista
Sin Harley Quinn es probable que la película careciera de sentido. Ella es el alivio cómico, ella es la que lleva muchas de las situaciones… Pero Margot Robbie se me descuadra, quizás por cómo la dirigen, por cómo la caracterizan, o simplemente porque todavía su presencia escénica se queda a medio gas.
Pero bueno, vayamos asumiendo que nos queda mucho que aguantar de esta Harley Quinn, que temo que va camino de convertirse en un nuevo Jack Skellington de consumo masivo.
10. Ya basta de Jared Leto
Me río del que dijo que haría sombra al Joker de Heath Ledger y doy gracias a que hayan cortado una buena parte de su metraje. Sólo hay un actor capaz de sacar provecho y controlar el histrionismo y no creo que Jared Leto consiga nunca estar a la altura de Jack Nicholson. Un villano insoportable, que da vergüenza ajena.