Ready player one; el futuro será en los ochenta
Por Juan Manuel Chacón, @juanmchacon
Steven Spielberg no es precisamente ese tipo de directores poco activos que viven cómodamente retirados de la vida pública gracias a lo que le dejaron sus grandes obras pasadas. Todo lo contrario. No para de demostrar constantemente que no eligió su profesión con el objetivo de ganar dinero (pues de eso le sobra, y desde hace tiempo) sino porque realmente le apasiona contar historias e iniciar nuevas aventuras. O al menos, eso parece, pues no paran de conocerse proyectos en los que se ha embarcado, se está embarcando o se va a embarcar; tanto de películas como de series o videojuegos; ya sea como productor, director, asesor… desde luego trabajo no le falta, cuando desde hace muchísimo no tiene ya nada que demostrar a nadie.
Sin apenas tiempo para recoger sus cosas después de acabar el rodaje de “El puente de los espías”, thriller de la guerra fría protagonizado por uno de sus actores fetiche, Tom Hanks; y con la adaptación de la novela “El gran gigante bonachón”, de Roald Dahl, todavía en mente; el conocido como “Rey Midas de Hollywood” ya está pensando en un nuevo proyecto. Se trata de su posible vuelta a la ciencia ficción con la adaptación cinematográfica de la novela de Ernest Cline “Ready Player One”. Pocos datos se conocen hasta la fecha, pero parece que Zak Penn, el responsable de los guiones de “Los Vengadores” y “X-Men: la decisión final” entre otros, será el encargado de la adaptación del libreto.
Al grano. La novela se ambienta en el año 2045, un futuro desolador lleno de pobreza y miseria en el que el planeta atraviesa una larga crisis energética por culpa del agotamiento de los combustibles fósiles y el calentamiento global pasa factura de forma cruel. En ese contexto, la única solución que el ser humano encuentra a su tragedia es huir. Pero no a otros planetas, sino a un universo ubicado dentro de nuestro propio mundo: un universo virtual llamado Oasis; un videojuego online en el que los usuarios, a través de unas gafas de realidad virtual y otros accesorios sensoriales (guantes, trajes, etc.), se convierten en habitantes de cualquiera de los más de mil mundos existentes, en una experiencia de inmersión ultra realista. La importancia de Oasis es tal que incluso las escuelas reales han sido sustituidas por colegios virtuales en los que los alumnos asisten a clases a través de sus avatares.
La trama empieza con la revelación de que, tras la muerte del excéntrico James Halliday, creador del videojuego, éste dejará en herencia su fortuna y su multimillonaria empresa a la persona que, dentro de Oasis, encuentre y resuelva las pistas y enigmas para dar con un “huevo de Pascua” oculto por él mismo en el vasto universo virtual. Esto supondrá una verdadera revolución y propiciará el estallido de una especie de guerra en la que los millones de usuarios del juego se embarcarán enloquecidamente en la búsqueda de este tesoro. Búsqueda a la que se unirá, aunque sin muchas esperanzas, el protagonista de la historia; un joven de 18 años llamado Wade Watts cuya residencia en el mundo real es un barrio de caravanas. La novela, sin tener grandes pretensiones, resulta bastante entretenida y adictiva; recomendable.
No es la primera historia basada en universos virtuales y, probablemente, tampoco sea la última. El primer antecedente que se nos viene a la cabeza, por fama y por relevancia, es “Tron” (Steven Lisberger, 1982), película considerada un icono de los 80. Algo digno de mencionar, pues una de los elementos más destacables de la novela es la increíble pasión que Halliday sentía por la mencionada década y que será la referencia de todos los “gunters” (así es como se llama en la novela a los buscadores del huevo; una hibridación entra las palabras “egg” y “hunter”) a la hora de buscar pistas para encontrar el tan ansiado tesoro.
De este modo, resulta curioso el hecho de que la cultura ochentera se vuelva a poner de moda en pleno 2045 y, de repente, todo el mundo se convierta en experto estudiando, como si de enciclopedias se tratara, las películas, series, música y videojuegos de dicha época. Las referencias a obras culturales de los 80 son constantes en la novela (puede que esta sea una de las razones por las que Spielberg haya querido embarcarse en este proyecto, pues esa década resultó bastante provechosa para él).
En cuanto a lo que podríamos encontrarnos en la adaptación cinematográfica, podríamos decir que se trata de una historia bastante sencilla de adaptar. Algo comprensible si se tiene en cuenta que Ernest Cline, el autor de la novela, procede del cine ya que fue el guionista de la película “Fanboys”, estrenada en 2009 y con un resultado bastante divertido en el que veíamos explícitamente sus aficiones y gusto por lo retro.
La trama es clásica y apropiada para un director como Spielberg; un protagonista joven que se embarca en una lucha para alcanzar un sueño utópico y que, sin apenas medios y con su propia habilidad e inteligencia como únicos recursos, tendrá que enfrentarse a gente poderosa y a malignas corporaciones; aunque recibirá la ayuda de otros cuatro jóvenes de su misma edad a los que conocerá en Oasis. El planteamiento no es nuevo; un grupo de adolescentes normales que se ven envueltos en una aventura que les sobrepasa y en la que tendrán que hacer uso de valores como la unión y la amistad para poder terminar con éxito. Con esa premisa, se nos vienen a la memoria gran cantidad de películas de aventuras, precisamente de los 80. La novela de Cline podría ubicarse dentro de esa especie de subgénero cuyo máximo referente es “Los Goonies” (1985), producida por el propio Spielberg.
A pesar de todo, lo cierto es que la película puede resultar bastante interesante, sobre todo teniendo en cuenta que se desarrolla en el interior de un videojuego online (lo cual no significa que no exista un peligro real) donde existen miles de mundos con miles de ambientaciones distintas: mundos de estilo medieval-fantástico, de estilo ciencia ficción cyberpunk… incluso planetas ambientados enteramente en alguna película o videojuego concretos.
Una de las pocas dudas que surgen es si habrá alguna diferencia visual notable entre la historia desarrollada en la vida real y la que ocurre en el interior del videojuego, pues en la novela queda patente que, a pesar de que las recreaciones virtuales son bastante realistas, la experiencia aún dista mucho de sustituir a la realidad. Y, además, los avatares de los protagonistas, aunque con características faciales similares a las de su referente real, son bastante distintos. ¿Se decantará Spielberg por recrear digitalmente a los avatares de los protagonistas a través de captura de movimiento? ¿O se limitará a cambiarles la ropa a los actores y a ubicarlos en mitad de un croma? Yo me decanto por la segunda opción, pues la primera puede resultar demasiado chocante; no se trata de criaturas azules como en “Avatar”, sino de personas recreadas digitalmente, y ya sabemos que las recreaciones digitales humanas aún dejan mucho que desear.
Todo parece encaminarse a un resultado final bastante interesante, pues podría llegar a ser una película de acción y aventuras muy entretenida (con momentos muy épicos) y con unos efectos digitales más que impresionantes teniendo en cuenta el presupuesto con el que contará el director de ascendencia judía. Además, se trata de una película de ciencia ficción con el mismo planteamiento que las películas de aventuras de adolescentes de los 80. Y dirigida por Spielberg. ¿Es que eso no es suficiente?
Novelaza! de lo mejor que lei el año pasado
Desde luego dan ganas de leer el libro