Cinco pilares fundamentales de la creación cinematográfica (segunda parte)
Por Redacción CIBASS
Como decíamos en la primera entrega, el cine es entretenimiento, acción y con suerte, algo de risa. ¿Te perdiste nuestro primer artículo? no te preocupes, puedes consultarlo aquí: Cinco pilares fundamentales de la creación cinematográfica. Y si ya lo leíste es momento de seguir con nuestra entrega de hoy: una segunda parte de cineastas que forjaron la historia del cine entre sus trabajos y sus personalidades, creadores que dejaron su impronta en el arte de la creación de películas y a los que vale la pena recordar. En nuestro recorrido internacional por la historia del género, en esta ocasión hemos dado otra vuelta por varios países seleccionando otras cinco referencias mundiales.
Por suerte para nosotros el cine en su desarrollo no es específicamente estadounidense, lo cual nos permite que al margen de detenernos algún día en el star system y su industria hollywoodiense, preferentemente nos demos una vuelta por la “periferia”, visitando países lejanos y creadores de diferentes lenguas y culturas. Continua nuestro viaje en esta nueva entrega.
Akira Kurosawa. Shinagawa, 23 de marzo de 1910 – Setagaya, 6 de septiembre de 1998
Tal vez uno de los mejores directores de toda la historia del cine. Admirado por otros grandes creadores como Scorsese, George Lucas o Francis Ford Coppola (que incluso le ayudaron a encontrar financiación para una de sus películas cuando la productora japonesa que se encargaba entró en quiebra), y directamente venerado por directores como Federico Fellini que expresaba que Kurosawa “era el ejemplo de lo que un director tendría que llegar a ser“. Una figura fascinante del cine que dejó varias obras maestras a su muerte con ochenta y ochos y curiosamente con una fertilidad creativa creciente hasta el final de sus días. Y con altibajos: el mundo mágico, simbólico y compositivo de Kurosawa atravesó su propio infierno en forma de crisis personal y profesional en la que se sintió tan acabado que incluso intentó suicidarse. Pero por suerte no lo hizo y fue rescatado por la Unión Soviética para un proyecto especial que él supo convertir en pura fantasía: Dersu Uzala. Y a partir de ahí todavía tuvo tiempo para seguir construyendo grandes historias.
“Con un buen guión un buen director puede producir una obra maestra. Con el mismo guión, un director mediocre puede producir una película pasable. Pero con un guión malo ni siquiera un buen director puede hacer una buena película. Para la expresión realmente cinematográfica, la cámara y el micrófono debe ser capaz de atravesar el fuego y el agua. El guión debe ser algo que tenga el poder de hacer esto.”
Andrei Tarkovski. Óblast de Ivánovo, 4 de abril de 1932 – París, 29 de diciembre de 1986
Uno de los directores de cine soviéticos más reputados de la historia del cine y tal vez el más famoso. Polémico en su país a causa del control y supervisión de sus obras por parte del gobierno soviético, tristemente se vio invitado a emigrar. A ningún ruso le gusta estar lejos de su tierra (Boris Pasternak rechazó el nobel en parte por el posible castigo del exilio ya que decía que se sentía incapaz de vivir lejos de Rusia, su Rusia). Lamentablemente en Occidente las cosas no le fueron mucho mejor. Como aseguraba su hermana Marina Tarkovski: “Andréi pensó que le sería más fácil trabajar en Occidente, donde había más libertad, pero se equivocó. En Occidente también había restricciones y éstas eran económicas”. Cambiar la censura del partido por la censura de los empresarios y el negocio. Este fue uno de sus aprendizajes finales.
Nosotros te invitamos a parar el reloj (mejor no mirarlo) y ponerte alguna película de este minucioso cineasta que como hombre de arte íntegro, doto a su cine de una conexión muy bucólica con la madre naturaleza y su constante inclusión del agua como elemento de referencia. Incluso cuando trabaja en ciencia-ficción, como en el caso de “Stalker” o en su adaptación de “Solaris” (tal vez la mejor adaptación).
“Cuando vi 2001, una odisea del espacio, ya supe perfectamente que lo que quería hacer en ‘Solaris’ era algo completamente opuesto y diferente a ella. Me parece que cada escena es una ilustración de revista de ciencia ficción. Y no precisamente arte gráfico de buena calidad.”
Ingmar Bergman. Upsala, Suecia, 14 de julio de 1918 – Fårö, Suecia, 30 de julio de 2007
¿Qué podríamos decir sobre este inmortal sueco? básicamente, nos remitiremos a esbozar un marco general de él y su obra. Atrapado desde la infancia en la metafísica extraña de la religión y sus procedimientos a causa de un padre pastor Luterano: pecado, confesión, culpa, arrepentimiento, redención, etc. Serán elementos que estarán presentes en su obra de diferentes maneras. Desde el niño de “Fanny y Alexander” y sus procesos de castigos pasando por su gran obra “El séptimo sello“, Bergman nos ha acostumbrado a jugar con las reflexiones, los símbolos y los signos para hacernos pensar en muchas cosas. Tal vez por ello su cine, desde casi el principio fue tan valorado en el cono sur americano en general y particularmente en países como Argentina y Uruguay, donde el psicoanálisis es quizás el más grande deporte nacional.
“Cuando experimentamos una película, nos preparamos conscientemente para la ilusión. Dejando a un lado la inteligencia y el intelecto, le hacemos un lugar en nuestra imaginación. La secuencia de imágenes juega directamente con nuestras emociones. La música funciona de la misma manera; yo diría que no hay forma de arte que tenga más en común con el cine que la música. Ambas actúan sobre nuestras emociones directamente, no vía el intelecto. Y el cine es principalmente ritmo; es inhalación y exhalación en secuencia contínua. Desde la infancia, la música ha sido una gran fuente de recreación y estimulación, y frecuentemente experimento una película o una obra de teatro musicalmente.”
Stanley Kubrick. Nueva York, Estados Unidos, 26 de julio de 1928 – Saint Albans, Hertfordshire, Reino Unido, 7 de marzo de 1999)
Nos gustó en “Senderos de Gloria“, aprendimos a respetarlo en “Spartacus” (aunque él realmente no lo tenía demasiado aprecio, pero la película en general es un hito entre el postMacarthismo con Dalton Trumbo, Kirk Douglas y esa referencia histórica y cultural del líder de la liberación de los oprimidos, nos hizo esbozar media sonrisa en “¿Teléfono Rojo?” y tal vez nos dejó un poco catacrocker con “Eyes wide shut“. Por el camino y sin intención de despreciar ninguno de sus trabajos, quedan adaptaciones como “El resplandor” (por la que le cogimos algo de miedo a Jack Nicholson), “la Naranja mecánica” y la inolvidable “2001, una odisea del espacio“, esa gran obra espacial sumergida en blancos nucleares y asepsia de aeronáutica estadounidense.
«Si el hombre simplemente se sentara y pensara en su fin inmediato y en su horrible insignificancia y soledad en el cosmos, seguramente se volvería loco, o sucumbiría a un entumecedor o soporífero sentido de inutilidad. Porque, podría preguntarse: ¿por qué debería molestarme en escribir una gran sinfonía o luchar para ganarme la vida, o incluso amar a otro, cuando no soy más que un microbio momentáneo en una mota de polvo dando vueltas por la inmensidad inimaginable del espacio?».
Federico Fellini. Rímini, 20 de enero de 1920 – Roma, 31 de octubre de 1993
Un cineasta de la italianidad que si embargo, no tuvo ningún problema para conectar con el resto del mundo y hacer su cine un cine universal. Relacionado con el dibujo y la guionización de historietas desde que era prácticamente un niño, Fellini fue ascendiendo a través de la escritura hasta hacer sus propios guiones de cine y más adelante sus propias películas. Obras como “Amarcord“, “Casanova” o “La Dolce Vita” (entre otras grandes obras) consiguió escribir su propio capítulo en la historia de la cinematografía. Llegado a Roma con tan solo 19 años, ya nunca la volverá a abandonar e incluso grabará casi todas sus películas en la ciudad eterna y de la que apenas saldrá para recoger algunos premios y rodar algunas cosas. Para nosotros y nosotras su etapa neorrealista o su fase onírica. Fellini. ¿Especialmente recomendada? una muy estimada en Italia: Los inútiles (I Vitelloni, de 1953).
“La televisión es el espejo donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural”.