Novedades Star Wars: Darth Vader y el llanto de las sombras
Por David Rodríguez, @davidjguru
Tengo en mis manos en este momento uno de los últimos lanzamientos de material de Star Wars, en este caso en formato cómic. Se trata de una recopilación en un solo tomo de los cinco números de ‘Darth Vader and the cry of Shadows’, publicados originalmente por Dark Horse y lanzados en esta recopilación traducida al castellano hace apenas diez días por PlanetaDeAgostini cómics (el último número de la miniserie salió en EEUU en abril de este mismo año).
Siempre recibo con alegría cualquier novedad relacionada con el universo expandido de Star Wars, ya que como expliqué en otros artículos relacionados, normalmente las películas me parecen una simplificación excesiva y demasiado Naif de todos los matices, elementos, tramas y arcos de la verdadera y complejísima realidad de Star Wars. Máxime cuando tras las terribles y polémicas declaraciones de Kathleen Kennedy, actual y flamante presidenta de Lucasfilm y responsable de marca para todo el conjunto ‘Star Wars’, quedó excelentemente claro que a partir de ahora, el universo expandido pasará a ser ‘no-oficial’ y solo podrá considerarse ‘canónico’ lo que aparezca en las películas. Terrible y desolador. Así que como decía, bienvenida cualquier nueva historia que aparezca en aras de seguir desarrollando cualquier punto de interés en ese universo del que las películas solo son una brizna de pueriles aventuras en una cosmogonía de eones de duración.
Lo cojo con ganas, pero no estoy siendo sincero del todo. A veces me pregunto si el nuevo material será un nuevo intento más por seguir exprimiendo la gran franquicia y si realmente la historia tendrá un interés suficiente como para funcionar por si sola. Así que en esas, me puse a leer…
Darth Vader y el llanto de las sombras es un cómic particular, extraño, anómalo. Contado casi por completo en primer persona. Salvo algunos breves diálogos en situaciones de contexto el relato es una reflexión interior por parte de un soldado perdido de su batalla, de varias guerras, de una vida extraña y sin verdadera autonomía. Siempre en primera persona a lo largo de diversos flashbacks se va desgranando la historia personal de este soldado del antiguo ejército imperial de la república, en una composición que algún crítico de The Big Comic Page ha llegado a calificar de ‘Tarantinesca’, además de otorgar una valoración de 5/5 a la obra. Algo excesivo (bajo mi punto de vista).
Es cierto que el encaje en forma de Flashbacks, de historias cruzadas y el montaje de la acción en diferentes tramos puede evocar un poco a Tarantino (bueno, y cierta cantidad de violencia, sangre y algo de casquería), pero reconozco que no me encuentro en esa óptica sobre la obra.
¿Un poco de sinopsis? ( y espóilers, ojo) bueno agárrate un poco ahora. Durante la última etapa de la república Galáctica, como bien sabemos, se formó una guerra que llevó a la República a movilizarse militarmente. El maestro Jedi Obi-Wan Kenobi descubrió durante una incursión en un lejano planeta (Kamino) que diez años atrás un Jedi había realizado un pedido de soldados clónicos para dotar a la república de un ejército propio y centralizado (hasta ese momento los ejércitos pertenecían a los sucesivos sistemas planetarios y gobiernos locales). Aquel encargo se le comunicó a Obi-Wan como una petición de Sifo-Dyas, aunque en realidad no fue él, ya que este maestro Jedi había sido asesinado y usado como donante de sangre obligado para la construcción del malvado general separatista Grievious. Fue una solicitud directa del Jedi caído Dooku.
Este detalle es importante porque años más tarde se revelaría crucial para los sucesivos eventos e incluso para la conclusión de las guerras Clon. Se crearon millones de soldados idénticos basados en la secuenciación del genoma del cazarrecompensas mandaloriano Jango Fett. Esos millones de soldados iban programados con instrucciones secretas para actuar en contra de la cadena de mando militar sin que los generales Jedi conocieran nada de esto.
¿Qué relación tiene este cómic con todo esto? en cierta manera es algo como la ampliación de la premisa de la historia, que no deja de ser una manera de revisitar los procesos vitales de un clon, representados en el relato a través de las miradas atrás del protagonista, un clon solitario llamado CT-5539 por sus creadores que a partir de un accidente de combate queda abandonado a su suerte en un planeta desértico, donde va cultivando un odio progresivo contra los Jedi por el hecho de haberlo dado por muerto y abandonarlo en el desierto.
En esas idas y venidas a través de las tribulaciones sobre el destino que alberga un clon diseñado, creado y desarrollado simplemente para servir como carne galáctica de cañon camina la historia. Su creación en los tarros de un laboratorio, su crecimiento y entrenamiento acelerado, sus pruebas y sus sucesivas misiones: el único destino posible del clon soldado. Millones de agentes con los mismos genes. La misma cara. El mismo condicionamiento. Las mismas perspectivas.
En su retiro solitario, el clon llegará a escuchar las nuevas leyendas de un nuevo guerrero legendario y terriblemente eficaz surgido tras el alzamiento del nuevo Imperio Galáctico: Darth Vader.
Con el espíritu militar alimentado de nuevo con la inspiración de los rumores y leyendas sobre el Lord Sith, volverá a introducirse en el ejército (ahora imperial) y volver al campo de batalla junto a tropas que ya no se desenvuelven como las tropas clónicas que una vez conoció (el imperio abrió el alistamiento a cualquier humano y restó potencia militar con miembros no especializados).
Al final, un breve desenlace suave, y sin demasiado impacto: el clon se enfrenta a su propio reflejo invertido en la figura de otro clon liberado de su programación y condicionamiento de servidumbre que lidera una revuelta contra el imperio. Las dos caras iguales de una misma moneda, ambos creados con una misión y llevaba a la práctica desde cada lado del espectro político-militar. El clon contra si mismo, mientras Darth Vader observa el resultado del combate final. Un final liviano, sencillo y siempre contado en primera persona. Que se atraviesa rápido y al igual que el resto de la obra. No hay más. No hay más huella. El clon (autobautizado como ‘Hock’) horrorizado con los actos de guerra de Darth Vader y su ausencia de honor en sucesivas masacres asesinado a ancianos, tullidos y niños, simplemente abandona. Un clon más. Una vida más, un agente militar desaparecido más en las correrías genocidas de Darth Vader a lo largo de la galaxia.
Y la amenaza futura de ver asomar la sombra de Vader por las puertas de la cabaña donde fue a retirarse. Todas las claves de un buen guión de cómic planteadas, ejecutadas y resueltas. En ese sentido todo en orden. Entonces, ¿qué falla?
Supongo que pese a contar con unos autores experimentados y un planteamiento interesante, la ejecución no resulta nada especial. Que Tim Siedell sea un prolífico escritor y guionista no consigue que el argumento enganche realmente. O que Gabriel Guzman tenga experiencia en el desarrollo de historias gráficas para Dark Horse dentro del universo Star Wars tampoco ha devenido en un factor de interés alto. Respondiendo a una de las cuestiones iniciales debo decir: sí. Tal vez este sea solo un cómic para seguir exprimiendo la franquicia, ya que realmente no aporta demasiado a ningún arco argumental interesante de nivel superior.
De hecho el cómic está planteado desde una promesa incumplida: llamar al relato ‘Darth Vader y el llanto de las sombras’(en la línea de ‘Darth Vader y…’, Darth Vader y la prisión fantasma, Darth Vader y el noveno asesino, Darth Vader y el cáliz de fuego, Darth Vader vs Predator-estos dos últimos son una broma- etc.), es un exceso, sacar al Lord Sith en la portada de Felipe Massafera en ese tono medio épico, medio pulp de los cómics de Star Wars aunque a lo largo de la historia sea simplemente un secundario y prácticamente apenas tenga líneas de diálogo ni intervención alguna que genere interés: esto es una promesa no cumplida, lo que influye en que el relato resulte claramente desapasionado.
*El comandante clon CT-5539 durante un combate con contrabandistas Trandoshanos
A nivel argumental tal vez haya poco que solicitarle al autor, ya que pese a la levedad del relato se cumplen todas las partes metódicas del desarrollo de una trama: premisa, introducción, presentación, etc. Parece conocer la técnica. En ese sentido poco puedo objetar, al menos se conoce con solvencia la estructura habitual de un cómic de estas características. Sin embargo en la parte final fundamental de una historia de este tipo, la fase de ‘amenaza futura’ flaquea: es poco probable como amenaza futura que Darth Vader dedique su tiempo y sus recursos a localizar por la galaxia a un antiguo soldado clon para silenciarlo. No le quitaremos al protagonista el derecho a vivir con miedo aunque en realidad no lleguemos a asimilar un peligro tal. Lo siento Tim Siedell, pero te veo algo flojo.
Además, y esto podría ser una prueba de que el autor no es un seguidor de la saga (¿debería un no-seguidor de Star Wars demostrar más respeto por la historia?), poniendo al protagonista como comandante de un batallón de clones próximo a Vader y tratándolo con la consideración prácticamente de heraldo del señor oscuro, al menos podría haberlo incluirlo dentro de la Legión 501, el verdadero grupo de élite de soldados clones en el que Vader se apoyaba (los de las marcas azules en los trajes, un grupo conocido como ‘el puño de Vader’). Una ausencia llamativa.
A nivel gráfico y bajo mi punto de vista echo en falta una buena cinética, es decir, grandes escenas de combates aéreos con poca representatividad, poca energía y escasa percepción del movimiento. Lo visual no consigue transmitir lo teóricamente trascendente de las acciones del relato, y eso pasa factura general en el ritmo. Planos de ángulos deficientes, proporciones alteradas en algunas partes, perspectivas poco eficaces para contar la supuesta peor derrota sufrida por el imperio, la batalla de Ostor.
Lo tengo ahora mismo entre mis manos y lo miro con ambiguedad. Es como si las posibilidades del segmento temporal del auge del Imperio y la ascensión de Darth Vader se hubiesen agotado ya. Coincido con The Big Comic Page en la valoración de cinco, pero en mi caso, doy el cinco sobre una escala de diez. No me resulta especialmente valioso. Lástima. Espero honestamente quedar más satisfecho con futuras entregas.
Más información:
http://timsiedell.com/post/89469801823/the-hardcover-compilation-of-my-darth-vader-and
http://www.planetadelibros.com/star-wars-darth-vader-y-el-llanto-de-las-sombras-libro-118869.html