Daredevil: El hombre sin miedo begins (I)
Por Chema de Ángel, @ChemaAR
‘El camino a la fama es duro y aquí vais a sudar’ decía una chica de color con un chándal imposible mientras hacia toc, toc con un bastón de putero de los setenta en el suelo. A aquello decidieron ponerle ‘Fama’ y no tiene nada que ver con lo que estoy apunto de desarrollar en estas líneas.
‘Marvel’s Daredevil’ es la nueva apuesta, que se quedará vieja con el estreno de ‘Los Vengadores: Era de Ultrón’ y ‘Ant-Man’ en los meses siguientes de Marvel, apoderándose del panorama televisivo ‘on demand’, que para los no letrados en las artes de visionado en Internet, decir que el ‘Video on demand’ es como ir al videoclub pero sin quitarte el pijama y pagando, claro.
Para los no iniciados en el mundillo de Daredevil, mencionar que en realidad se llama Matt Murdock y es un abogado ciego de día y un justiciero, ciego también, de noche, pero este hándicap se convierte en una fortaleza ya que sus sentidos están superdesarrollados por un accidente que tuvo de chavea dónde un producto químico le quitó la vista y lo convirtió en un ser supersensible, pero no de los que lloran, sino de los otros. Aunque a priori el planteamiento de Daredevil como héroe con mallas no sea muy atrayente, sería años después cuando vendrían los ninjas, la culpa católica, el héroe que defiende solo al barrio como si fuera un cani de Pino Montano y las muchas historias buenas. Y, las muchas más, malas.
Pero antes de adentrarnos en mi criterio para saber si debo o no seguir una serie, después de todo soy un tipo de Internet que dice cosas sin sentido, viajemos a través de los intentos por llevar a Daredevil a sus pantallas.
Allá por 1989, quisieron introducirlo a través de ‘The trial of Incredible Hulk’ dónde Bill Bixby y Lou Ferrigno recuperaban a ‘La Masa’ tras la serie de los 70, (son finales de los 80, esto es España y Hulk se llamaba La Masa por aquel entonces). En aquella tv-movie también podemos encontrar a Thor, que parecía salido de un parque temático para vikings vigoréxicos y al Kingpin, interpretado por John Rhys-Mayer, o más conocido como Gimli y el morito gracioso de Indiana Jones.
Y vayámonos a otro tiempo, a los alocados años dónde la ropa que imitaba a pieles de serpiente, estaba de moda, el rock duro melódico impregnaba las bandas sonoras de películas molonas y el calzado con forma de punta a lo Coyote Dax llenaba todas y cada unas de las zapaterías del barrio. En esas, 2003 para ser más exacto, alguien en la Fox decidió que si Sony tenía a Spider-Man y que si Sam Raimi, un señor que empezó en el gore y acabó haciendo melodrama baratuno, había conseguido hacer creíble a un superhéroe picado por una araña, por qué no contratar a Mark Steven Johnson, más conocido como el director y guionista de El inolvidable Simon Birch del que nos olvidamos en pleno 2015, que era superfan de Daredevil, supermajo y darle plenos poderes para conseguir sacar adelante esa apuesta arriesgada que era hacer una película de superhéroes cuyo protagonista era un abogado ciego de un barrio borderline de Nueva York.
La Fox, que siempre ha sido un poco locatis, apostó de lleno, cometiendo multitud de errores que vamos a pasar a desglosar, pero eso sí, de manera alocada, como la propia Fox, sin orden alguno y todo muy de memoria, muy al TUN-TUN, let’s go:
–Fox pensó que Daredevil era Spider-Man por el simple hecho de que ambos iban de rojo y contrataron al mismo diseñador de vestuario para que hiciera una alocada versión motera y muy ‘sadomaso’ del traje.
–Fox, harta de no encontrar un malo a la altura (y anchura) de Kingpin decidió contratar a un actor de color oscuro para hacer el papel de malo maloso, el cacho de pan Michael Clarke Duncan que está en los cielos ahora mismo. Vamos, que decidieron saltarse a la torera aquello de que el personaje original de los comics fuera blanco, pero amigos, esto es 2003, Internet aún nos queda lejos y las voces de los fanses no llegaron más allá de la cafetería de los Estudios Centrales de la 20th Century Fox.
–Fox, muy digna ella, quería una cara protagonista conocida para la película que iba a ser el BUM de 2003, en estas que ese año es muy flojito en cuanto a estrellas y el que lo estaba petando, literalmente se estaba petando todo lo que podía, era Ben Affleck (el Batman de 2016) y tito Ben, que estaba fallin’ in love con Jennifer López era muy friki del abogado de Hell’s Kitchen y decidió decir que sí, que avanti con la guaracha.
–‘Vale, ya lo tenemos todo’– dijo alguien en un despacho de la Fox, ‘ahora necesitamos una chica a la altura de Ben Affleck’ –otra pirueta abismal y alocada, el papel central de Elektra Natchios llega a Jennifer Garner, que por aquel entonces estaba muy a tope en la televisión con Alias, una serie sobre un agente doble que la traen por la calle de la amargura. Jennifer Garner se enamora locamenti de Ben Affleck y acaban teniendo una hija, pero papel cuché a parte, la Fox, alocados de principio a fin, deciden dar el papel de una asesina disfuncional y muy caliente a una chica con unas orejas muy separadas y muy mona, pero un poquito sosa. El director de casting sigue buscando trabajo a día de hoy.
–Y haciendo un mix rápido de locuras de la Fox con Daredevil, pues tenemos la multitud de cameos sin sentido de autores que fueron importantes en la colección de ‘El Hombre sin miedo’, los guiños a los frikis, la escenita del parque donde Elektra y Matt Murdock deciden declararse su amor peleando en medio de muchos niños, revelando así Matt Murdock su identidad sin que a nadie le importe, recordemos que Matt es un chico ciego, que ese bastón que lleva no es porque se quiera hacer el chulo, darle un papel estelar al rapero del momento, Coolio y cortar sus escenas, aunque ya había salido en el tráiler y eran esenciales para el desarrollo de la película, no una, sino dos veces, tanto en la versión estrenada en cines como en la versión del director que más tarde saldría, esa banda sonora que nos hizo descubrir a Evanescence y puso en la palestra a los emos.
Podría seguir enumerando más errores, pero con los años la película ocupa el lugar que se merece, a 3 euros en los grandes almacenes dónde nadie es tonto.
To be continued…
[…] instantáneo, incluso las incursiones en el mundo televisivo, como las aventuras de Peggy Carter, Daredevil y el Agente Coulson, han estado llenas de buenas críticas y de esperanza para aquel espectador que […]
[…] …Viene de la primera parte […]