Nueve razones para volver a ver Los goonies
Por Scott Burton
La nostalgia es un factor peligroso a la hora de juzgar el cine, la música, los videojuegos y casi cualquier otra cosa. Solemos recordar ciertas películas, canciones o libros y cómics de nuestra infancia asociadas a momentos de extraordinaria placidez, una época en que no había grandes preocupaciones y si las había los encargados de arreglarlas tenían que ser otros. Es por ello que en numerosas ocasiones revisitamos las obras que más nos apasionaban en la niñez -intentando volver a recuperar todas esas sensaciones- y nos damos cuenta de que no es igual. Pero no sólo no es lo mismo por el simple hecho de que vivimos en la supuesta madurez con hipotecas, pagos del alquiler y problemas para dar y regalar, sino porque la calidad de los productos de los ochenta y los noventa -aun quizás superando la media actual- era aleatoria, como casi todo en la vida.
Es por ello que hoy desde Can it be all so simple nos gustaría destacar una de las películas -que además de hacernos tremendamente felices sentados en el sofá cuando teníamos ocho años- sigue aprobando con el paso del tiempo e incluso mejorando con los años. Un casting irrepetible con una historia de aventuras que luego se ha querido imitar en una y mil ocasiones (en la mayoría con escaso éxito) y que sigue siendo una de las producciones más maravillosos a todos los niveles. Una película reivindicada a la que quizás no le damos la atención como producto de calidad que se merece, es conocida pero tiende a ser ninguneada por cierto sector, quizás por haber sido un éxito comercial en su día. Como si una cosa no pudiese ser compatible con la otra.
Y es que da igual por donde queramos juzgar a Los Goonies, la película es redonda en historia, guión, dirección, casting, actuaciones, diálogos, banda sonora, localizaciones e incluso el final es justo, coherente y bonito sin estar excesivamente edulcorado. Sin más espera hoy os queremos dejar con nueve razones para disfrutar de esta genial película que se estrenó en 1985. The goonies r’ good enough!.
-La historia
La mayoría de los nacidos entre la segunda mitad de los setenta y la primera de los ochenta recordamos esta película con una amplia sonrisa de oreja a oreja. Y es que Los Goonies es la definición de aventura, del mismo modo que la trilogía original de Indiana Jones, la capacidad de soñar y creer en algo mejor y verse envueltos en algo imprevisible y tan terrorífico como maravilloso. Desde la presentación de los personajes, la llegada de los especuladores, la guarida temporal de los Fratelli, las grutas y el barco pirata, todo en la película encaja a la perfección y con una naturalidad y destreza envidiable, es por ello que sea el ejemplo a seguir cuando se trata de una película de aventuras juveniles (tal como hemos visto recientemente en el remake de It).
-Spielberg, Donner & Columbus
Steven Spielberg como creador de la historia, Chris Columbus como adaptador del guión y Richard Donner como Director. Tres titanes de la historia del cine comercial de calidad unidos en un proyecto que sólo podía llevarse a cabo con un resultado tan sobresaliente si salía de la mente de tres niños grandes con un talento desmesurado. El resultado fue tan bueno que nos marcó en la infancia y sigue siendo una película de cabecera a día de hoy para muchísimas personas de todo el mundo.
-Los personajes
Mikey, Gordi, Brand, Bocazas, Data, Andy, Stef, los hermano Fratelli y la Mama y como no… Sloth. Unos personajes inolvidables, definidos y concretos que son descritos a la perfección con cada una de sus palabras, con cada uno de sus actos, lo que da lugar a una combinación de protagonistas tan perfecta que sólo se puede comparar a Los Cazafantasmas y a pocos más filmes a lo largo de la historia. Una química tan grande entre los niños protagonistas y entre los villanos que no es de extrañar que a día de hoy se siga poniendo como ejemplo de casting y como magnífico desarrollo y definición de personajes. Es de agradecer que el conjunto de niños sea maravilloso, hacen cosas de niños pero son inteligentes, sensatos y coherentes ya que que en la mayoría de producciones del estilo acabamos por odiar a los críos protagonistas debido a una mala escritura de sus personalidades y a una peor evolución de las mismas.
-El humor
A pesar de su mensaje social y de ser una película de aventuras, el filme rezuma humor desde el principio: las mentiras de Gordi, el fallo en las pilas de los aparatos de Data, las bromas en la traducción a la sirvienta, Josh Brolin con el triciclo perisguiendo a los pequeños… un humor blanco, accesible y para todos los públicos pero que jamás es ramplón, simple o vergonzoso. Tanto Spielberg como Columbus y Donner sabían perfectamente que los niños (el target principal de la película) no son estúpidos, sólo son jóvenes y es por ello que la películas más allá de ser un taquillazo de aquel año y ser olvidada después -como tantos otros productos del momento- ha acabado trascendiendo.
-La banda sonora
Dave Grusin (El graduado, Los tres días del cóndor, Tootsie, Los fabulosos Baker boys, Havana…) ponía las notas musicales a la película, todas impecables, todas en su sitio y todas recordadas. Desde los momentos más sentimentales (el pozo de las monedas, las escenas de amor soft) a las de acción (la persecución de los Fratelli, la caída por los toboganes de piedra hasta el barco) todas las piezas son impecables y encajan con una precisión, elegancia y coherencia majestuosa. Cindy Lauper ponía el punto pop con “Goonies are good enough” en una canción tan sencilla como efectiva.
-Las localizaciones
Se dice que cuando Steven Spielberg llegó a la pequeña localidad de Astoria (Oregón) que en aquella época contaba con menos de 10.000 habitantes ni siquiera quiso seguir visitando localizaciones. Este pueblo marítimo le transmitía la calidez y cercanía para situar su aventura y contextualizar a los críos que había creado en el papel, con la suficiente inocencia como para llegar al final de la aventura. A día de hoy al revisitar la película seguimos confirmando el acierto en elegir aquel lugar y es que Los Goonies seguirán unidos para siempre a aquellos días nublados, a aquellos acantilados, a las calles empinadas y al muelle de Goon.
-Los diálogos
Tal como hemos dicho anteriormente, los diálogos de Los Goonies son inteligentes, perspicaces, las respuestas son coherentes y nos muestran a unos críos protagonistas que son jóvenes pero no estúpidos. Las mentiras, los chistes, las discusiones y los debates que se generan son lógicos de acorde a su edad pero no menosprecian el intelecto de los menores de edad, tal como vemos en la mayoría de largometrajes.
-Ha envejecido maravillosamente bien
Si ver Los Goonies con ocho años era lo mejor que te podía pasar, hacerlo con treinta y cinco sigue siendo uno de los mejores planes posibles. La película ha envejecido tan bien que sigue siendo imposible no verla entera cada vez que la reposicionan (casi siempre en navidad) y es una de esas producciones en que la calidad objetiva de la obra es mayor aun que el peso de la nostalgia.
-Anne Ramsay
Probablemente se trate de una de las mejores villanas de la historia del cine y ni siquiera necesitaba venir del más allá. La actuación (y caracterización) de la actriz Anne Ramsay como Mama Fratelly era tan terrorífica y creíble que muchos teníamos pesadillas con ella. La escena de los vasos de agua en el restaurante abandonado que utilizan como cuartel es digna de las mejores películas de miedo, sin necesidad de recurrir a seres paranormales ni extrañas entidades.
La película de las películas, nunca me cansaré de verla y nunca dejaré de disfrutarla.
Que gran infancia viendo esta serie <3