Del Jazz al Hip Hop: el camino a Guru’s Jazzmatazz
Por Jorge Cruz, @jazzpive
“El jazz suena a noche, asfalto, humo, es acorde de swing en la que si la escuchas parece que está respirando, es sinfonía, y también es el estilo de la calle”
Dicen los entendidos que el rap/ hip hop nació con acordes de jazz, desde aquellos ritmos mestizos que venían influenciados desde África o América del sur y en cuyos cantos describían los prejuicios raciales y suponían el canto de libertad desde los campos de Algodón.
Se dice que cuando John Coltrane tocaba sus acordes del saxo tenor era Hip Hop, que Miles Davis expresaba su prosa en clave de Rap con el clásico Kind Of Blue, o que Charlie Parker representaba el estilo callejero del rollo Costa Oeste. El Jazz, esa escuela que desde su nacimiento a finales del siglo XIX hasta la actualidad podríamos definir así: “El jazz es una forma de arte, también es un estilo de vida, y sobre todo una clave musical que se originó en los Estados Unidos mediante la confrontación de los negros con la música europea. La instrumentación, melodía y armonía del jazz se derivan principalmente de la tradición musical de Occidente. El ritmo, el fraseo y la producción de sonido, y los elementos de armonía de blues se derivan de la música africana y del concepto musical de los afroamericanos”
A lo largo de su recorrido este estilo ha sido el más influenciador y a la vez el más mezclado con otros estilos musicales, como el soul, el rock, el folk, reggae, el funk, y sobre todo con estos dos géneros como son el rap y el hip hop.
Los primeros contactos del subgénero datan de 1970 con su principal valedor y poeta callejero Gil Scott-Heron, poeta bohemio, activista, músico, y sobre todo comprometido en la lucha por los derechos sociales, la erradicación de las desigualdades y una de las figuras principales del movimiento musical negro. Valedor del BLACK POWER, el movimiento por la obtención del poder negro que incluyó cine Blaxploitation, intelectuales, deportistas, y sobre todo músicos con un lema que dice así: “Dilo bien alto, soy negro y estoy orgulloso”. Héroes callejeros y del barrio.
También debemos mencionar otro colectivo musical que fue un pilar fundamental como eran los Parliament Funkadelic, encabezados por el célebre George Clinton (El Doctor Funkenstein), que acapararon la escena musical desde mediados los setenta hasta parte de los ochenta.
En la década de los ochenta aterrizan en este estilo construido a medio camino del Jazz y el Hip Hop el colectivo llamado Native Tongues. Ellos tendían hacia un sonido jazz mezclados con toques de soul R&B y que marcó una escuela muy identificada. Entre estos se incluyen el debut de Jungle Brothers “Straight Out the Jungle” (Warlock, 1988), y los discos People’s Instinctive Travels and the Paths of Rhythm (Jive, 1990) y The Low End Theory (Jive, 1991) de A Tribe Called Quest. Estos últimos crearon una obra que con el tiempo se ha convertido en uno de los álbumes de hip hop más aclamados de la historia: el mencionado The Low End Theory y que también logró el reconocimiento del bajista de jazz Ron Carter, quien toca el bajo en uno de los temas del reputado disco. Buhloone Mindstate (Tommy Boy, 1993), del grupo De La Soul, incluye contribuciones de Maceo Parker, Fred Wesley y Pee Wee Ellis, y samples de Eddie Harris, Lou Donaldson, Duke Pearson y Milt Jackson. No debemos olvidar a otro legendario grupo con esencia jazzística como son Eric Barrier y William Griffin, o lo que es lo mismo: Eric B & Rakim, que pusieron a Harlem en el mapa bajo las producciones de otro rey midas de los sonidos como es Marley Marl.
A finales de los ochenta y principio de los noventa sale una nueva hornada de grupos y colectivos que relanza el estilo jazz/rap como son los Digable Planets, Jungle Brothers, o el trío De la Soul entre otros, que dieron un aire nuevo: estudiosos de la música, poli instrumentistas, escritores y productores también comprometidos socialmente, añadieron en sus grabaciones y conciertos bandas de músicos en directo.
Por último no debemos olvidarnos de unos de los álbumes más importante como es el legendario Doo Bop del legendario Miles Davis, producido, mezclado, y realizado por el gran Easy Mo Be en una producción lanzada el 30 de Mayo de 1992 con Warner Bros Records.
Así que como vemos la década de los noventa había arrancado con el abrazo y la validación formal de una leyenda viva de la historia del Jazz como era el viejo Miles Davis. Esto es importante ya que no siempre un estilo recibe la bendición de uno de los más grandes creadores de su rama artística. Con este visto bueno explícito y comprometido de la leyenda, está claro que la fusión de Jazz y Hip Hop solo podía ir a más.
Y ese el caso de uno de los artistas más influyentes, respetados, y sobre todo uno de mis cantantes favoritos, un tipo muy presente en este estilo. Nacido como Keith Elam en la ciudad de Boston, estado de Massachusetts, y más conocido como Guru. Este artista formó la mejor dupla de Hip Hop de la época junto Christopher Martin o lo que es lo mismo DJ Premier.
Ellos ocuparon las primeras posiciones del ranking de la música Hip Hop durante más de quince años dándole un estilo propio a sus letras, ritmos y producciones. Pero eso será otra historia. Ahora vamos a centrarnos más en la saga que para un servidor es la más importante.
Corría el año 1993 y concretamente el día 18 de mayo aparecía en el mapa musical el debut de Guru en solitario con un primera sesión llamada Jazzmatazz vol.1, una obra maestra con las mejores colaboraciones de figuras del jazz como Donald Bird, Ramsey Lewis, Brandford Marsalis, Courtney Paine, la vocalista Carleen Anderson, Lonnie Listón Smith, Roy Ayers y Ronnie Jordan entre otros…alucinante. Al repasar el disco a día de hoy, aún se me pone la piel de gallina.
La fórmula era sencilla: Hip Hop real, letras profundas con historias del barrio, hacía el amor, la comunidad, y cierto nivel de compromiso social y político. Todo ello bajo unos ritmos muy escogidos, muy trabajados y sobre todo con muchísimo jazz, logrando una conjunción y una armonía perfectas. Pronto empieza a ganar respeto con este primer lanzamiento, sobre todo a raíz del sencillo Loungin’ con la colaboración estelar de Donald Bird, que a día de hoy sigue sonando con la misma fuerza que su estreno hace ya más de 20 años y además abrió las puertas de una serie de varios discos con experimentaciones sobre esta fusión tan especial.
Me resulta difícil escoger una canción preferida de esta primera parte de la saga debido a que todos los temas son de gran calidad. Guru también le imprime una gran dosis de soul, sobre todo en los temas “When You’re Near” con N´Dea Davenport y “Feel The Music” con Carleen Anderson. Y hablar de colaboraciones está bien, pero justo es también hacer reseñas de los samples: Guru le da otro nivel más al disco con mezclas de trabajos de artistas de la talla de Freddie Hubbard, Barry White, o el malogrado saxofonista y figura del jazz contemporáneo Grover Washington Jr.
Aunque la saga de Jazzmatazz es en realidad un trabajo que forma parte de la carrera en solitario de Guru, las producciones presentes en sus discos siguen poniendo el acento de su gran socio y DJ Premier, manteniendo cierto espíritu común en un segundo plano, dándole más personalidad y esencia a esta colección de obras. Gurú logra después de todo esos antecedentes que hemos comentado anteriormente llegar a ser un gran canalizador de las obras creadas previamente por otros artistas mientras a la vez se define como transmisor de ideas al integrar de la manera más coherente posible dos de los estilos más importantes de la música moderna.
Cualquier oyente melómano comprende la calidad de este disco, pero lo cierto es que un simple oyente también puede percibirla, así como su gran labor, y sobre todo el mérito de conectar en unos resultados inmejorables en lo que logra ser un disco adelantado a su época a pesar de los años. Muchos de los intérpretes del género siguen su legado, incluso formando talleres y conferencias en universidad, institutos y escuelas para educar, concienciar y sobre todo hacer ver que el hip hop y el jazz son unas herramientas muy pedagógicas, muy lejos de la imagen y el sonido que venía desde la costa oeste y bautizada como el Gangsta rap.
Mientras el Jazz suena os dejo con un regalo para los oídos, un himno para mucho de nosotros, y sobre todo un estilo de vida. Mientras seguimos caminando sin dar un paso atrás.
Guru’s Jazzmatazz!!!