‘Rebels’, Star Wars made in Disney volumen 1
Por JD Romero, @JD_Romero23
No hace tanto que nadie daba un duro por Disney pero esta compró Pixar en una jugada magistral. Cuando Pixar daba los primeros síntomas de agotamiento, Disney compró Marvel siendo noticia en todo el mundo y suponemos que para no esperar a que Marvel empezara a flaquear (cosa que parece que no va a ocurrir en mucho tiempo) la compañía del ratón Mickey se hizo con Star Wars.
Disney pasó en apenas diez años en ser una compañía con mucha historia y poco futuro en ser una de las multinacionales con activos más valiosos del mundo, así como todo un ejemplo para el resto de compañías de entretenimiento. The Walt Disney Company casi ha monopolizado el cine palomitero comprando todo lo que al grueso de la población le importa: la compañía más exitosa de animación digital, la editorial de cómics más importante del mundo y la franquicia más respetada del globo, un apabullante triplete de adquisiciones que sólo en cifras de merchandising y productos licenciados da unos números titánicos, y si a eso le sumamos los personajes creados o adquiridos por la empresa desde su creación la cosa puede dar miedo. Tanto poder en una sola mano, el mundo del entretenimiento global gestionado por una única compañía ¿Es eso positivo o negativo?, viendo lo que Disney está haciendo con Marvel y el plan que parecen tener para Star Wars la cosa parece tranquilizarnos.
Con ‘La casa de las ideas‘ no parece estar yendo mal: un plan establecido (que ya había organizado la propia Marvel antes) de películas y series que funciona, sumado a no meter baza argumentalmente hablando en la editorial de cómics, pero ¿Qué pasaría con Star Wars?. La contratación de J.J. Abrams para el episodio siete (curiosamente también encargado de relanzar la franquicia de Star Trek) parecía dar un respiro a los fans, pero antes del estreno de la esperadísima séptima película, Disney comenzaba su incursión en el universo de los Jedis y las espadas láser con una serie de animación: Star Wars Rebels.
Star Wars Rebels en cierta manera generaba una cierta incertidumbre. A pesar de que sabíamos que tiraba de un concepto básico ya existente y planteado en el universo expandido (la figura de los altos inquisidores del imperio, seres limitadamente sensibles a la fuerza entrenados en las artes Sith y usados por el emperador para formar una especie de cuerpo especial para localizar y exterminar restos Jedi y pequeños grupos de rebeldes), había algo arriesgado: en cuanto empezaron a filtrarse ejemplos del trabajo artístico por parte de los creativos encargados del diseño de personajes de la nueva serie, empezamos a ver que a pesar contar con la experiencia de toda la saga de ‘Clone Wars‘ de animación y 3D esto resultaba demasiado diferente. Las comparaciones pueden resultar odiosas, pero en este caso es justo comparar. La serie anterior está demasiado cercana en el tiempo como para no atrevernos a cotejar tal o cual detalle, y los resultados jugaban en contra de Rebels: de la magnificiencia de los diseños de la serie original (impresionantes hasta los más ínfimos detalles – los dibujos grabados en la máscara del maestro Plo Koon, por ejemplo- al planteamiento mucho más ‘Poochie’ de los personajes.
*El maestro Plo Koon en Clone Wars. Se hace difícil no comparar
O tal vez es que simple y llanamente no formemos parte del público objetivo al que alcanzar (otra posibilidad manifiesta). El caso es que rodeado de estas dudas y preguntas me dispuse a dar una oportunidad a Star Wars Rebels.
Con sólo tres capítulos emitidos -el primero de casi una hora- ya podemos sacar ciertas conclusiones que nos tranquilizan (tras haber estado un poco desconcertados con el perfil y diseño de los personajes) y algo muy importante: la serie se está emtiendo en Disney XD y eso asustaba a muchos, aunque también en ese canal se ha emitido las más que aceptables ‘Avengers, world’s mightiest heroes’ y ‘Avengers assemble’, las entretenidísimas serie de animación de Los Vengadores. No había razones objetivas para echarse a temblar.
Lo primero que llama la atención de ‘Star Wars Rebels’ es el diseño de personajes y escenarios (en el segundo caso de una llamativa simpleza) y ausencia de detalles en paisajes o ciudades y es que sólo encontramos un mayor esfuerzo en este aspecto en el interior de las naves o en el vestuario de algunos personajes muy concretos. La cosa es que rápidamente olvidamos esa prolijidad (que facilita y hace accesible por otra parte la incursión de los más jóvenes en el universo propio) y pasamos a la acción.
Con un protagonista adolescente llamado Ezra (típico tópico de jóven rebelde que poco a poco aprenderá los valores morales y la lealtad) un jóven pícaro que acaba cruzándose con un Jedi que ve su potencial y una inmensa ‘fuerza’ en el. Pronto (muy pronto) los seis protagonistas acabarán teniendo aventuras juntos, cada uno con su personalidad y estética perfectamente definida. Kanan es un Jedi que sobrevivió a la órden 66 y a menudo obsesionado por luchar contra el imperio, Hera es una Twi’lek y propietaria de la nave (el ghost) y Zeb, el fornido Lasat cuyo mayor hooby es golpear stormtroopers. A ellos podíamos añadirle a C1-10P, un irritante e irritable droide astromecánico conocido como ‘Chopper’. Todos ellos (sumados a otros secundarios) contextualizados entre ‘La venganza de los Sith‘ y ‘Una nueva esperanza‘.
En ‘Star Wars Rebels‘ pronto podemos deleitarnos con una perfecta harmonía entre aventuras, momentos con moraleja y escenas sentimentales, así como contínuos guiños a los fans y amantes del universo, todo ello condimentado con la música original de John Williams, tanto en melodías completas como en pequeñas notas puntuales, un detalle que hace que el efecto dramático tenga mucho más peso en ciertos momentos y nos vuelve a recordar lo maravilloso que es el universo creado por idealista George Lucas hace ya casi cuatro décadas.
Podríamos decir que la serie creada por Disney tras su recién adquirida nueva franquicia no decepciona, ‘Star Wars Rebels’ es un producto que facilita y hace accesible el universo galáctico para las nuevas generaciones pero que homenajea, hace guiños y respeta sus orígenes y a las personas que la han hecho grande, tanto dentro como detrás de las pantallas. Escenificada de manera bastante cinematográfica podemos decir desde Can it be all so simple damos nuestro aprobado ¿Es mejor que The Clone Wars?, no, ni de lejos, pero tratándose de una serie preconcebida para los más pequeños valoramos el más que loable esfuerzo en ser íntegra y sensata. Ahora puede que nuestros pequeños quieran ser Jedis como nosotros quisimos serlo. Que la fuerza les acompañe.