10 planes alternativos que hacer durante el DCODE

Por Ana Rodríguez, @mmetafetan

Que voy, que no voy, que me lo pienso antes de que suban los precioscreo que ese ha sido el discurso mental que hemos tenido unos cuantos a la hora de decidir si íbamos al DCODE, que se celebrará en Madrid el próximo 12 de septiembre. Tras anunciar a los primeros confirmados, de los que sólo se salvaban Suede (sí, a estas alturas), alguno soñó con que los próximos serían algunos de los que actuarían en el Lollapalooza Berlín ese mismo fin de semana.

Sin embargo, no cayó esa breva y nos quedamos con las ganas de que hubieran sido, por ejemplo, Tame Impala, Pond, Hot Chip o Klangkarussell. Salvo Foals, las siguientes confirmaciones no han hecho más que reafirmar la idea de que el cartel de este año es bastante flojo y desigual, y los que estábamos dudosos hemos decidido que iremos y nos lo tomaremos con tranquilidad, sin el estrés de otras ocasiones en las que se te solapaban los escenarios grandes con el pequeño.

Pero tanta tranquilidad, ¿cómo se puede sobrellevar? Asumiendo que tomarse estos eventos en plan carroza tienen su encanto (ya tenemos una edad y darse gel relajante para piernas cansadas empieza a ser una opción inteligente) y buscando alternativas que te reporten una jornada llena de risas. Así que ahí va mi plan:

  1. Hacer la croqueta mientras actúan Izal y Supersubmarina

Ya vale, ¿no? En festivales, en el Chiquipark, como teloneros de la Pantoja en el Tívoli si no fuera porque está en la cárcelLa culpable de esta idea es @Cyndi_Pauper pero yo la secundo: estos dos epígonos de Vetusta Morla son los causantes de que me haya pensando tanto el ir, porque no quería pagarlos. Jamás los he aguantado y ahora que son el perejil de todas las salsas menos.

 

Si a estos dos grupos los sustituyeran por Nueva Vulcano y Disco Las Palmeras! el mundo sería mucho más bonito.

  1. Echarse una siestita escuchando a Sam Smith

De verdad, ¿qué pinta este señor aquí? Cuando se filtró el cartel más de uno rezó porque el retraso en el anuncio se debiera a que el cabeza de cartel se caía a causa de su operación de garganta. Pero no fue así y nos van a cortar el rollo en el clímax del festival.

  1. Confirmar que Wolf Alice es un bluff

No es la primera vez que leo que Wolf Alice será como Royal Blood el año pasado, la revelación del festival, pero permitidme que lo dude. Son ingleses, sus EPs generaron muchas expectativas y sacaron disco en verano, poco antes de su actuación en el DCODE, pero las similitudes se quedan ahí. Royal Blood me confirmaron su potencia en directo, sobre todo teniendo en cuenta que sólo son un batería y un bajista; si Wolf Alice también confirman mis primeras impresiones, me aburrirán soberanamente.

  1. Bailar como Lana del Rey con Flo Morrissey

No es difícil hacerlo: a modo de chotis hipster, con los pies fijos y un ligero movimiento de cintura al estilo geyperman.  Y a ser posible, hacerse una corona con algún matorral de la zona. Es lo que merece esta Lana wannabe. Sobre el apellido, mejor no hacemos comentarios.

  1. Chorrear viendo a Foals

Meme_Decode

«Creo que debemos esperar grandes cosas de ti, Yannis Philippakis».  Su actuación en el DCODE de 2013 dejó frío a parte del público (la otra parte consideró que fue intensísimo) pero al escuchar What Went Down como anticipo del último disco confirmamos nuestras esperanzas en este grupo. Los rizos y el pecho palomo del cantante hacen el resto.

 

  1. Sentirse viejuna con los Crystal Fighters

Bueno, esto ya me ha pasado. A más de uno le he leído/oído comentar que son muy divertidos en directo pero al escucharlos me dije a mí misma «Ana, tú la etapa de World Music ya la pasaste». Así que me imagino repasando mis fases musicales.

  1. Abrazar la decadencia con Suede y un spritz en la mano

La viejunez me volverá con el grupo de Brett Anderson, haciéndonos recordar esa adolescencia que vio nacer el brit pop, de la mano de uno de sus grupos, el que nos llevaba a lo mejor de los 70. ¿Qué tal les habrá sentado la madurez? Creo que será el momento de pedir un spritz aprovechando que Aperol es uno de los patrocinadores este año, para sentirse completamente decadente.

  1. Meditar sobre la enésima oleada de brit pop al hilo de The Vaccines y Circa Waves

O por qué prefiero a los segundos frente a los primeros. O por qué continuamos enfrentando a Blur y a Oasis, teniendo en cuenta que unos han evolucionado y los otros no. O pensar qué fue de Embrace y de Richard Ashcroft. O cuál es el truco para distinguir a los hermanos Gallagher. O echar de menos a los Franz Ferdinand. Sí, las divagaciones de una anglófila ferviente.

  1. Petarlo en los food truck mientras actúan Hinds y The Parrots

Debe ser mi falta de fe la que me hace dudar de los conciertos que generan más expectativas y que prometen ser la gran revelación, como es el caso de estos dos grupos españoles que han conseguido llamar la atención a nivel internacional con sus primeras canciones. Juro que lo he intentado, pero no me terminan de convencer, así que será el momento de ver qué camionetas de comida hay: como sean las mismas que las del Mulafest, eso va a ser una gozada.

  1.  Acampar en el escenario pequeño

De momento no se conocen los horarios pero en vista de que los principales artistas no me interesan, es más que probable que me haga fuerte en el escenario pequeño para disfrutar de esos grupos que no son tan populares. Suele ser fuente de gratas sorpresas.


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