El regreso de Prison Break diez años después

Por Juan Antonio Fernández, @juantoniofer

Hace ahora varias semanas saltó la noticia por las redes sociales: la FOX está preparando una miniserie que dará continuación a la saga Prison Break. Sin realizar spoiler, la serie parece que quedó cerrada allá por el año 2009 cuando quedó todo en orden después de cuatro temporadas llenas de aventuras, acción, drama y suspense.

Michael Scofield (Wentworth Miller) arquitecto, que tiene una vida normal y pudiente, buena persona, se las ingenia para entrar en la prisión de Fox River y poder sacar de ésta a su hermano Lincoln Burrows (Dominic Purcell), que se encuentra en el corredor de la muerte. Scofield, arquitecto de la prisión, se tatúa los planos de ésta a través de sus puntos clave para poder llevar a cabo la hazaña. En una primera temporada llena de tramas típicas de cárcel, consiguen escapar de la prisión todos los presos que se enteran de la salida de Burrows y Scofield y que colaboran para la fuga general.

A partir de la segunda temporada es cuando se complica la trama y se van descubriendo algunas claves sobre la acusación a Burrows, quien mantiene su inocencia. Esta trama se va complicando desde el momento que el avión que les esperaba para su fuga a Panamá, despega sin ellos. A partir de aquí, cada uno va gestando su propia historia ya fuera de la cárcel. La escapatoria es compleja y se van sumando nuevos personajes a la trama. Uno de ellos, de los más importantes, es Alexander Mahone (William Fichner), agente del FBI que va en captura de los escapados. Su mentalidad cínica y su sangre fría será la clave para ir pisándoles los talones a los hermanos. Poco a poco se van descubriendo elementos clave que llegan hasta la cúpula del gobierno. Sale a la luz un personaje oscuro, que habla poco y que interpreta al jefe de la Compañía, una empresa que tiene un elemento clave que podrá generar millones para las arcas del estado y las propias. La clave de todo se verá en la cuarta, y definitiva, temporada.
Antes, la tercera temporada se centra en un nuevo tipo de cárcel. Volviendo a la esencia de la primera temporada, se centra a lo que sucede dentro de la Penitenciaría Federal de Sona. Una singular cárcel en Panamá donde los presos están dentro de ésta sin ningún tipo de rejas. Los presos son los que controlan lo que sucede y lo que pasa dentro. La cárcel es controlada desde fuera con todo tipo de armamento. Una vez al día, la policía introduce la comida en la cárcel y los presos sacan los cadáveres que el día anterior han ido dejando. Unas escenas un tanto escabrosas, los presos se retan entre sí con una pata de pollo y las peleas duran hasta la muerte de uno de éstos. Todo ello controlado por un personaje conocido por “El Lechero”. Scofield entra en la cárcel para sacar a un preso y que La Compañía le necesita fuera, se hace a través de un chantaje con su novia, Sara Tancredi (Sarah Wayne Callies) quien se encuentra secuestrada por la propia Compañía. Dentro de la cárcel de Sona, los protagonistas de las anteriores temporadas darán un giro radical de cara a la cuarta.

Fuera de la cárcel de Panamá, ya en Estados Unidos, los presos deben colaborar con las autoridades para destapar la trama corrupta que lo envuelve todo. La clave es Scylla, una pieza contiene las claves para usar el agua como sustitutivo del petróleo. En esta cuarta temporada Scofield tendrá que dirigir un equipo compuesto por su hermano, su novia, su compañero en Fox River y sus mayores enemigos de la primera y segunda temporada. Este grupo heterogéneo deberá perseguir a los responsables de La Compañía, descubrir su plan oculto que llega hasta las capas más altas del gobierno y, a su vez, escapar de los intentos de asesinato de la propia compañía a través del último personaje odioso que sale en la serie, el asesino a sueldo de la compañía Wyatt (Cress Williams). Todo ello a cambio de la libertad y de asegurar que los delitos quedarían prescritos una vez acabase con la misión. Esta temporada sirve para descubrir todas las tramas que quedaban abiertas desde la segunda temporada y, por supuesto, cierra la acción de todos y cada uno de los personajes con el final más o menos esperado de cada uno de ellos.

Personalmente, más allá del protagonista Michael Scofield, creo que el personaje clave de la serie es T-Bag (Robert Knepper), un psicópata-pederasta que se encuentra en Fox River por violar a varios adolescentes y asesinato, cumpliendo cadena perpetua. Un personaje hiriente, irritable, que en ningún momento llegas a empatizar con él. Es el típico personaje que tuerce la trama y que provoca que no termine como desea. Sin éste personaje, probablemente la serie hubiera terminado igual, pero hace que todo se ralentice y se llegue a extremos que, en un principio no se tuvieron que haber llegado. La serie merece la pena sólo por descubrir su historia y su modo de comportamiento. A mi parecer, puede ser el personaje más completo que he visto en las series de televisión…y eso que es secundario.

Pues bien, con todos estos ingredientes, FOX prepara una nueva miniserie. Según se rumorea, estará todo atado de cara al próximo año si nada se tuerce. Probablemente esté compuesta de diez capítulos, pero no se sabe muy bien cómo podrá encajar tras dejarlo todo bien atado en los tres últimos capítulos (el último de la serie y dos más que salieron sólo en el DVD y que completaban el final de todos los personajes). Yo no sé muy bien por donde irán los tiros, pero, aunque me decepcione, lo espero con ganas porque, para mí, probablemente, haya sido ésta la mejor serie de principio a fin que he visto, al menos, la que más me ha enganchado y entretenido, muy por delante de series como Breaking Bad, Juego de Tronos, Perdidos o House of Cards, muy buenas todas ellas, pero que no me cautivaron como la salida de los presos de Fox River.