Guardianes de la Galaxia Vol. 2: nos habéis confundido

Por JD Romero, @JD_Romero23 y David Rodríguez, @davidjguru

A decir verdad cuando leímos por primera vez que Marvel iba a realizar una franquicia cinematográfica de Guardianes de la galaxia nos quedamos con cara de asombro. Y no es porque el universo de esos cómics, así como los personajes que lo pueblan, no fuesen lo suficientemente jugosos para una adaptación, sino porque eran desconocidos para la inmensa mayoría del público. Por si fuese poco, desde la adquisición de Marvel por parte de The Walt Disney Company el interés económico se hacía más notable aun y no es para menos; habían soltado una cantidad de millones de dólares tan grande como para acabar con el hambre en medio mundo. Luego reposando la idea podemos ver como el movimiento tenía cierta lógica; por un lado Marvel quería empezar a crear un universo que también se alejara de Spider-Man, Hulk, Iron-Man, Capitán América y compañía para no acabar agotando al público y por otro tener otros espacios en los que moverse y alejarse de la zona de confort, tal como vimos en Dr. Strange.

Y la cosa no salió nada mal (como ya dimos cuenta en nuestro artículo de 2014), aparte del éxito económico y de crítica de la primera entrega de Guardianes de la galaxia, la película nos daba muchas de las cosas que echamos en falta en películas como “El despertar de la fuerza” o incluso en la última entrega de Star Trek, aun tomándose a sí misma mucho menos en serio y tirando de gente como Dave Batista (un ex luchador de la WWE con menos movimientos sobre el ring que una cafetera pero con un carisma envidiable y reconocible). Guardianes de la galaxia era una película ecléctica que bebía de la nostalgia, de las space operas, de la ciencia ficción clásica, de las comedias más comerciales y de un cómic del que ni nos acordábamos. Y es precisamente ahí donde encontramos una de las mayores bazas de su éxito; es una película libre. En Star Wars, Star Trek o cualquiera de la películas de Marvel la mayoría de personas conocen tan a fondo el universo en el que se sitúa que ni el espectador es capaz de relajarse ni el director y guionistas son los suficientemente dinámicos como para dejarse llevar y crear una película divertida, sin trascendencia, con numerosas influencias, que no se toma en serio a sí misma y que sin embargo acaba siendo un producto tan inmensamente comercial como respetable. Guardianes de la galaxia era todo eso y mucho más.

CIBASS Guardians of the Galaxy 2

Pero claro, el tiempo pasa y el filme y su rotundo éxito a todos los niveles se convierte en una franquicia a explotar de un día para otro; reediciones de cómics, anuncio de la segunda parte, nuevas aventuras en papel, figuras de acción y merchandising de todo tipo y de momento las películas venideras se ven aguantando una carga de la que carecía la anterior. Por si fuese poco, la segunda parte se ve en la obligación de superar a su predecesora, con el añadido de que ahora además tenemos unas expectativas de las que antes carecíamos. La tarea se antojaba difícil pero no imposible, a lo largo de la historia ha habido segundas partes que mejoraban a la primera incluso cuando parecía absolutamente imposible: El Padrino 2, El imperio contraataca, Regreso al futuro, Indiana Jones y el templo maldito, Terminator 2 y un largo etcétera. Al fin y al cabo de fe viven las personas y aquí esperábamos algo similar.

GotG 1 parecía ser un tratado sobre la búsqueda del sentido de familia elegida por parte de un grupo de personas solitarias y marcadas por experiencias traumáticas. GotG 2 parece ser un relato sobre el tránsito de la adolescencia a la madurez, aprendiendo a ser adultos y dejando atrás el gusto por el individualismo, el egoismo y la necesidad de auto-protección, el miedo al daño, la valentía de querer y dejarse querer. Esperamos que con el añadido de “matar al padre” tan necesario para el avance personal y el cultivo de una personalidad propia y autosuficiente (representado por el duelo entre Starlord y Ego el planeta viviente) el paso sea efectivo y en la futura entrega de la saga, las cosas luzcan un poco mejor. Tampoco estamos seguros: el síndrome de Peter Pan recorre las dos películas y pensar en que el uso del trastorno madurativo se abandone a nivel de guión podría ser tomar los deseos por realidades. Pero quién sabe. De momento salimos del cine listos y preparados para golpear el teclado. Han pasado casi dos horas y media con Guardianes de la Galaxia (vol. 2) y tenemos la retina achicharrada de escenas, luces, colores, movimientos y explosiones. Es la hora de plasmar nuestra opinión, intentando poner orden en todo lo que hemos vivido. A fin de cuentas, James Gunn era nuestra gran apuesta: el hombre que venía de la Troma, el freak total de zombies, casquería y serie Z. El niño grande al que dejaron libertad creativa con una película en la que nadie creía demasiado y sobre la que no echaron demasiadas presiones encima…eran héroes y heroínas de segunda y se podía arriesgar.

 

Guardianes de la Galaxia vol. 2 se mide con Guardianes de la Galaxia vol. 1 y pierde en la comparación, es cierto. No es lo mismo aproximarse a Knowhere, un puerto espacial construido sobre los restos del cráneo de un Celestial muerto mientras arranca la alucinante “Moonage Daydream” de David Bowie que llegar una versión de Ego el Planeta Viviente diseñada como el paraíso sumado del LSD y el Rock sinfónico mientras suena “My Sweet Lord” de George Harrison. Lo mismo es porque la canción es una insoportable apología del culto religioso. Tal vez porque la Beatlemanía apesta bastante, quizás porque el culto a los Beatles es el “jo que friki soy” de mercadillo para la música Rock. O lo mismo es simplemente porque George Harrison nos parece solo un juguete roto. Pero el caso es que no chuta igual: ni impresiona igual ni tiene la misma carga simbólica. Pareceque esta segunda parte incrementa todos sus factores clave y a pesar de la intensificación y la dotación de recursos no iguala a la primera entrega: Doscientos millones de presupuesto (y ya los ha doblado en ingresos en la actualización de taquilla a día siete de mayo) vs los ciento setenta millones de la primera entrega. Treinta millones más para construir la siguiente entrega de una película que prácticamente recaudó unas seis veces más en taquilla que lo que costó hacerla, lo que ha debido convencer a muchos ejecutivos de la importancia de echar más dólares al fuego…solo que a veces, menos es más. Para ordenar nuestras ideas, hemos preparado un listado de puntos positivos y negativos de esta nueva entrega. Esperamos que os sirvan para ordenar también vuestras sensaciones. Las nuestras están cruzadas.

 

 

 

Cinco aspectos positivos

 

1- Sigue habiendo química entre personajes

No podemos negar que la química entre personajes de esta especie de Equipo A interestelar es magnífica. De hecho, los conflictos entre ellos, la definición de los mismos, los diálogos e incluso las diferencias estéticas están tan bien desarrolladas que es casi la esencia de las películas. Tampoco podemos olvidarnos del casting y de lo equilibrado del conjunto; un grupo tan heterogéneo que para cualquier otra película hubiera sido difícil que -prácticamente todos- tengan un peso similar en la trama y que, además, tengan sus propios momentos de lucimiento. La química entre personajes está tan lograda en Guardianes de la galaxia que se puede decir que es la mayor baza de la película, aunque ni mucho menos la única. La gente ha acudido en masa a ver sus discusiones, sus pequeños choques y como un grupo tan variopinto se las arregla intentando hacer algo positivo por la galaxia.

2- La belleza en el vestuario y los escenarios

Los escenarios, aun siendo en gran parte digitales, son bellos sin ser ridículos y lo mismo con el vestuario. Lejos de la sencillez y de las primeras Star Wars y de lo recargado y ridículo de Dune o Flash Gordon (guardando las distancias entre ellas), Guardianes tiene un punto medio entre lo llamativo y lo excesivo. Teniendo en cuenta que hay numerosos personajes, incluso protagonistas, de color azul o verde han sabido encontrar un equilibrio entre la naturaleza pulp y desenfadada de las dos películas y no resultar esperpénticos ni excesivamente caricaturescos. Incluso cuando aparecen personajes completamente dorados (el pueblo de los soberanos) el diseño de vestuario está en el punto justo para no parecer vergonzoso.

3- Apariciones de leyenda

No eran necesarios pero ahí están. Sylvester Stallone y Kurt Russell, dos leyendas del cine de acción de los ochenta en una de las sagas que prometen más secuelas (al menos mientras funcionen económicamente). Y decimos que no eran necesarios porque la película iba a funcionar igual de bien en taquilla y la gente saldría igual de contenta del cine sin ellos, pero se agradece el gesto. Los factores nostalgia y melancolía tienen aun más peso en esta segunda parte (y ahí van desde las referencias hasta la banda sonora) y la guinda del pastel a esa baza son las apariciones de Kurt Russell (que ya fue rescatado por Quentin Tarantino de manera excepcional y magnífica en Death Proof) y del mismísimo Sylvester Stallone, genio y figura del cine dorado de sudor y cerveza.

4- La acción

Resaltando la acción como punto positivo no nos referimos a que es bueno o destacable que haya en una película de este tipo, de hecho es lo normal. Lo que subrayamos es que en una época de tomas de dos segundos y montajes videocliperos se agradece que la acción sea entendible, sepamos exactamente lo que hace cada personaje y la cámara no tenga espasmos. Una moda extendida debido a la poca paciencia de las nuevas generaciones educadas con YouTube y a la carencia de talento artístico en numerosos directores. En ese aspecto y a pesar de su estética, Guardianes de la galaxia es tradicional (una línea que lleva el resto de películas Marvel) y nosotros lo agradecemos.

5- Una nueva saga galáctica

En la introducción hablábamos de Star Wars y Star Trek, por similitudes obvias -y relativas- con esta nueva franquicia espacial llamada Guardianes de la galaxia, pero -incluso guardando distancia entre ellas- no hay muchas más. Aquellos que crecimos con los cómics, la ciencia ficción, e hipnotizados delante de la pantalla de la televisión cada vez que emitían una película de aventuras espaciales agradecemos el hecho de que Marvel haya querido poner toda la carne en el asador en una franquicia con unos personajes que ni siquiera eran conocidos por el gran público pero que puestos en funcionamiento pueden ser algo así como el Star Wars de la Casa de las ideas. Hasta ahora no se han producido muchas declaraciones oficiales al respecto pero intuimos que Star Wars ha sido una influencia muy decisiva, más de lo que hasta ahora se ha querido reconocer…encontramos lugares comunes, tropos narrativos duplicados y ciertas similitudes innegables entre una saga y otra.

 

Cinco aspectos negativos

 

1- La sobreexplotación de la nostalgia por los manidos 80

CIBASS Guardians of the Galaxy vol 2 byn

Partamos de una premisa: la nostalgia -por embustera- es nociva. No, ningún tiempo pasado fue mejor en realidad, solo aparece en nuestra cabeza como algo idealizado, imágenes a las que se les corta los frames anteriores y posteriores, dejando solo lo que necesitamos elegir, la mixtificación de lo recordado. Es una trampa y normalmente, trae ecos reaccionarios hacia el presente, evita diseñar un futuro interesante y lastra sobremanera las posibilidades de la tensión creativa.  No sabemos cuanta nostalgia de los 80 (una década obtusa, fallida y donde el tejido de la realidad se rompió) puede llegar a absorber el público, pero esta sobrexposición es susceptible de empujar en la dirección contraria. Lo que en la primera parte eran unos guiños, unas bromas y unos comentarios complementarios, aquí aparece dotado de más millones de presupuesto y lo permea todo. ¿Cómo medirlo? es decir ¿cómo proponer que la línea se ha sobrepasado? Como métrica podríamos presentar el número de referencias, ver como se incrementa en esta segunda parte y como se lanza definitivamente al vacío, con David Hasselhoff como el fondo de una olla donde ya no queda nada que rascar. Sea por las influencias hasta del diseño de cartelería o bien por el uso de un Kurt Russell rejuvenecido que va desde Golpe en la Pequeña China (1986) hasta Tango y Cash (1989) con su descapotable, las referencias cruzadas e incluso la aparición de The Hoff en pleno metraje…el uso y abuso de la banda sonora…todo suena como una intensificación de unos elementos que funcionaron bien en la primera entrega y ahora, de repente, pueblan toda la película.

 

2- Los tiempos, los tiempos, los tiempos

Parcialmente, teníamos la sensación de que las pequeñas bromas, comentarios “divertidos”, chascarrillos y jajota en general se estiraban un pelín más de la cuenta. Y cuando seguimos viendo que los “momentos divertidos” vuelven a aparecer, una y otra vez (normalmente a través de Drax el Destructor) empezamos a tener la sensación de que se está perdiendo tiempo. El sumatorio final de las esperas mientras se estira cada gracia se muestra francamente interminable…¿La sensación? que de dos horas y cuarto de película (dos horas y media si eres una persona de entrar y tragar publicidad gratuita en forma de trailers) en realidad estamos hablando de mucho menos tiempo útil para lo que realmente importa.  

 

3- Demasiados personajes

Seamos honestos: si por algo pegó fuerte Guardianes de la Galaxia vol. 1 era porque prácticamente chutaba sola, es decir, no había que haberse leído N cómics de M series diferentes para ubicar detalles, personajes, tramas…todo funcionaba por sí solo y se encajaba bien: los guiños, para quienes los supiesen reconocer; para el resto era una animada película de acción espacial divertida, un asunto de ocio familiar entretenido y para de contar. Los tropos narrativos lo hacían todo muy asimilable a Star Wars “A New Hope”, la cinta primigenia del universo Star Wars. Algo deglutible y procesable con poca información, puro Pulp. Pero aquí viene la que tendría que ser “El imperio contraataca” y a pesar de ciertas estructuras similares (hay una determinada influencia de esa trilogía sobre Guardianes de la Galaxia que solo el tiempo aclarará) el conjunto cojea inevitablemente más. El set de amigos se separa, hay un protagonista que se marcha para conocer mejor su pasado y su destino. Hay una trampa liderada por alguien que cambiará de bando (Nébula-Lando Calrissian), hay un encuentro y un reconocimiento padre e hijo. Con enfrentamiento incluido. Pero el sistema no termina de funcionar y por la cinta no dejan de pasar personajes con poco peso y ninguna necesidad.  

CIBASS Guardians of the Galaxy 2 Cast

Aquí ahora, ¿qué? ¿Qué sentido tiene mostrar a los Guardianes originales? ¿Starhawk? ¿Martinex? ¿Charlie-27? por amor de dios, hemos perdido la referencia de que estamos hablando de unos personajes de hace demasiados años, de una saga que nunca fue parte del “mainstream”, en unos cómics que en realidad no leyó nadie (en términos generales, claro). Como Marvelitas estamos encantados a título personal pero nos ha dejado un trabajo enorme encima al salir de la sala con nuestros acompañantes y tenernos que poner a explicar todo eso…nadie parece entender que demonios pinta Silvester Stallone con un traje raro liderando nosequé que ocurre al final.

¿Era tan importante para el fandom? ¿Sí? ¿Y Mantis? un personaje cuya única utilidad en la trama es la de poner la mano en el suelo durante un momento de la película y “hacer dormir” al archienemigo. Si puedes imaginarte una escena sin un personaje es que no tiene sentido ahí, pero es que como decía Rafael Azcona, si puedes imaginarte una película sin una secuencia es que esa secuencia no tiene que estar tampoco ahí. Pues a Mantis, sus psico-dramas y a su escasa importancia en el argumento tampoco le vemos demasiado sentido. Podríamos eliminar al 20% de personajes que aparecen en la cinta y la película no perdería el sentido. Esta es la sensación final. Y Howard el pato otra vez por ahí en medio

 

4- Ya está bien de Baby Groot

Estaba bien, era adorable. Bailaba al son de la música desde su maceta en la escena post-créditos de la película anterior y así comienza en el inicio de la segunda parte. Vale, ok. Los peques flipan con sus apariciones. Es un mal necesario: la gente ríe, dice “Oooooooh” “Aaaaaaaaaaaah” y sonríe y eso. Pero está a un solo segundo más de terminar convertido en un Jar Jar Binks omnipresente e igualmente incómodo.  Parad. 

 

5- Cinco escenas postcréditos

Sí, tal y como suena. Cinco escenas. Pero había una más ¿eh? al final la cortaron. Inicialmente eran seis escenas postcréditos. Seis. Por favor, esto de las escenas finales era algo característico y divertido…¿pero seis? quiero irme a mi casa. Tengo cosas que hacer. Empiezo a agobiarme. Veo a David Hasselhoff también aparecer en los créditos. Y decir una frase. Quiero salir corriendo pero sé que no puedo. ¿Otra vez el capullo (envoltorio) de Adam Warlock? ¿pero no estaba ya presente en el almacén del coleccionista durante la primera parte? ¿Agujero de guión?. No puedo más.

 

CIBASS Puntuación CIBASS Dos puntos y medio


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