¿Está la esperanza del cómic en el catálogo de Image?

Por Mario de Olivera

Los aficionados al comic empiezan a estar muy cansados de los interminables crossovers y eventos que prometen cambios y más cambios pero al final, nada, todo sigue igual pero con un ligero lavado de cara que no asegura, ni mucho menos un mínimo de calidad. Obviamente, todo esto, tiene que ver exclusivamente con las dos grandes (una de ellas, DC, cada vez menos major) y sus múltiples intentos por mantener enganchados (o, quizás, engañados) a sus lectores. Marvel repite la fórmula hasta la extenuación, no hemos salido de una amenaza que ha puesto en jaque a toda la Humanidad, y ya están anunciado un enemigo más poderoso que el anterior. Así no ha y forma.

Es perfectamente comprensible que la gente pique una, dos o, quizás, hasta tres veces pero el dinero es limitado y cada mes hay una oferta inabarcable para elegir lecturas que, al menos, no nos tomen por tontos. Es justamente aquí donde entran editoriales “pequeñas” como Dark Horse, IDW, Valiant (de la que, si se me permite, hablaré en un futuro) o, sobre todo, Image. Oasis donde se nos asegura unos comics facturados desde la más absoluta libertad de sus creadores, algo vital para que el resultado final sea digno de mención. Marvel y DC “asfixian” a sus creadores debido a las injerencias editoriales, la nueva continuidad manda, es que viene impuesta por la agenda de estrenos cinematográficos. Aquí ya no se hacen películas basadas en tebeos sino todo lo contrario.

Poco a poco, sin hacer mucho ruido, el trasvase de nombre propios ha sido continuo hacia este tipo de editoriales, señal de que guionistas y dibujantes no están muy cómodos con la situación actual del mercado. Tal y como se ha dicho un poco más arriba, Image comics ha sido la gran beneficiada de este “éxodo” ya que en su nómina podemos encontrar a la inmensa mayoría de los mejores talentos del medio. Se acabaron hacer las cosas porque este mes toca película de tal o cual personaje, nada de eso, ahora se hacen series de personajes que volarán con total libertad y durarán hasta que sus creadores quieran. La cosa no queda tan solo aquí ya que guionistas e ilustradores deciden qué tipo de edición verá la luz. Ya sabemos que las grapas mensuales son el primer paso pero después llegarán los recopilatorios en tapa blanda, en tapa dura, de mayor tamaño o voluminosos ómnibus que, a la larga, reportarán cuantiosos beneficios.

Habrá gente que aun tenga una idea equivocada de la actual Image, puede que en su recuerdo esté aquella editorial formada por un grupo de exitosas estrellas (Jim Lee, Todd McFarlane, Rob Liefeld, Marc Silvestri, Erik Larsen, Jim Valentino y Whilce Portacio) que en 1992 abandonaban sus respectivos trabajos en Marvel para “montárselo” a su manera. Aquello derivó en montañas y montañas de comics vendidos pero de dudosa calidad. Un éxito comercial sin precedentes que debía enderezar su rumbo. Poco queda hoy en día de aquello trucos publicitarios (portadas brillantes, holográficas, en 3D) que lo único que promovían era una futura especulación.

El catálogo de Image es una muestra de variedad y buen gusto. Bien es cierto que se pueden encontrar comics pertenecientes al género superheroico, pero siempre vistos desde un prisma distinto, siempre con otra vuelta de tuerca que los convierte en una pieza única alejada de los manidos convencionalismos mainstream. Sin embargo, los productos que más llaman la atención son precisamente los que no cuentan con tipos musculosos vistiendo uniformes de licra. No, aquí hay sitio para la ciencia ficción, para el terror, para la fantasía, para el humor, para el noir y para cualquier historia que tenga un mínimo de interés.

La lista es larga y los nombres de infarto: Greg Rucka, Ed Brubaker, Rick Remender, Mark Millar, Jonathan Hickman, Robert Kirkman, Jason Aaron, Brian K. Vaughan… Todos ellos han pasado por Marvel y DC pero donde han encontrado “la felicidad” ha sido en la independencia. Y, tomen buena nota, aquí no se reniega del éxito comercial de algunas de sus series, simplemente se hacen las cosas de otra manera, se prioriza el trabajo de estos autores por encima de cualquier versión de imagen real. Las miniseries firmadas por Millar suelen ser compradas por las productoras cinematográficas antes incluso de que aparezca en las librerías la primera entrega de ellas. O la televisiva “Los Muertos Vivientes”, siguiendo su propio camino y alejándose cada vez más de lo que nos cuentan mensualmente Kirkman y Charlie Adlard.
La publicación en nuestro país de todo este material no puede estar más repartidas ya que cada creador “mueve” su producto con quien crea más conveniente, aquí no importa el vecino que vayas a tener en la estantería. De esta manera, y para que sirva como una suerte de guía de lectura, aquí va una pequeña muestra de algunos títulos que no deben faltar en cualquier tebeoteca que se precie:

Panini — Fatale ( Ed Brubaker y Sean Philips), Velvet (Ed Brubaker y Steve Epting), Millarverse (Jupiter´s Legacy, Kingsman: The Secret Service, Nemesis, Starlight, Superior, Super Crooks)

Planeta Comic — Los Muertos Vivientes (Robert Kirkman y Charlie Adlard), Saga (Brian K. Vaughan y Fiona Staples), Paria (Robert Kirkman y Paul Azaceta)

Norma Editorial — Clase Letal (Rick Remender y Wes Craig), Low (Rick Remender y Greg Tocchini), Ciencia Oscura (Rick Remender y Matteo Scalera), Lazarus (Greg Rucka y Michael Lark), Este del Oeste (Jonathan Hickman y Nick Dragotta), Muerdeuñas (Joshua Williamson y Mike Henderson)

Aleta Ediciones — Revival (Tim Selley y Mike Norton), Prophet (Brandon Graham), Glory (Joe Keatinge y Ross Campbell), Sex (Joe Casey y Piotr Kowalski)

Esto es tan solo una pequeña muestra de lo que se cuece mes tras mes en los Estados Unidos, una alternativa a las empresas más poderosas, una lucha por escalar puestos en el ranking de ventas que, por triste que pueda sonar, está perdida de antemano. Por muy buenas que sean las propuestas de Image, la porción de pastel que le corresponde es irrisoria si la comparamos con las de La Casa de las Ideas o La Distinguida Competencia. Sí, cuentan con el respaldo de la crítica pero los aficionados parecen no estar aun preparados para dar ese gran paso. Esperemos que con este artículo consigamos sumar algunos lectores más para la causa.