Amy (la chica detrás del nombre): Entre todos la mataron y ella sola se murió

Por JD Romero, @JD_Romero23

Reconozco que no acepté el talento de Amy Winehouse hasta tarde. Sabía que había sido descubierta por Simon Fuller (el cerebro tras las Spice Girls o S Club 7) lo que unido a la brutal aceptación comercial de su segundo álbum me hicieron ser bastante prejuicioso. Cuando la gente que no compra música empieza a oír a algún artista se me suele activar una alarma, del mismo modo que cuando la gente que no lee te comenta las bondades de libros como Cincuenta sombras de Grey o el fenómeno vago y predecible de Yo fui a EGB, uno activa su escudo y se bloquea, negándose a formar parte de ello. En el caso de Amy Winehouse la cosa era bien distinta. Cuando uno se sumerge en Frank y sobre todo en Back to black descubre a una de las artistas con mayor talento y sobre todo con mayor proyección, todo lo contrario al producto que el que aquí escribe se esperaba.

CIBASS Amy Winehouse cuatro poster

Amy (la chica detrás del nombre) es un notable documental con el que me ocurrió lo mismo que con los dos álbumes que editó en vida: del prejuicio pasé al asombro. La cinta, dirigida por el más que experimentado en el terreno Asif Kapadia, se nutre al igual que en Kurt Cobain: Montage of heck  de las horas y horas de grabación casera que existen de la artista desde su nacimiento para ir construyendo un retrato apoyado en los testimonios de las personas más cercanas. Pero no es el único punto en común que encontramos en los dos documentales: en ámbos somos testigos de como el talento y la admiración del público no es sinónimo de felicidad sino de vacío existencial. Si bien Amy no fue una chica tan tímida, solitaria y retraída como Cobain sus últimos años en vida si parecen tener muchísimo en común, por una pareja que no le hacía ningún bien, una presión mediática descomunal y una estructura comercial alrededor que quizás no supo esperar lo suficiente para enviarlos de nuevo al escenario.

El documental narra de una manera dura y sin andarse con rodeos (en más de dos horas bien aprovechadas) la vida de una joven con una cultura musical en el soul y el jazz muy por encima de la media y que escapaba de sus depresiones crónicas a base coger la guitarra y desahogarse con la música. Pronto sus amigos y conocidos vieron el potencial de la joven nacida en Londres, que acabó editando su primer disco en 2003 de la mano de una maquinaria comercial completamente engrasada que quizás le vino grande.
Entre testimonios directos, grabaciones de audio, fragmentos de televisión y sobretodo grabaciones de vídeo caseras somos testigos del viaje entre la niña capaz de filtrar los sentimientos en música de un modo extraordinario y la super estrella incapaz de poner un pie en la calle sin que la siguieran treinta paparazzis.

CIBASS Amy Winehouse dos

A lo largo del documental vemos tres momentos clave sobre como la vida de Amy Winehouse se comienza a fragmentar de un modo irreparable: Su éxito mundial y desmesurado con Back to black, la compra de su casa en el barrio de Camden y su relación con su amor platónico: Blake Fielder. El primero por entrar en la vida de una persona tan débil emocionalmente como un elefante en una cacharrería, dándole a la artista y a su entorno ingentes cantidades de dinero y una estructura empresarial y comercial que pondría como prioridad la maquina de generar libras que era la artista, acompañada de leves destellos de preocupación real por su adicción a casi todas las drogas. El segundo por alejarla de su familia y sus amigas de siempre en un entorno de soledad (que se acrecentaba al no poder pisar la calle por el acoso de los medios que se agolpaban en su puerta) y la tercera por enamorarse de un yonki en toda regla. Y es que Blake Fielder fue una especie de puntilla en la vida de la artista, no por enseñarle el mundo de las drogas (cosa que Amy ya conocía bien) sino por no saber frenarla e inducirla en el consumo de otras mucho más fuertes como el crack y o la heroína.

Pero más allá del tenebroso mundo de las drogas en el que vivió Winehouse sus últimos años, el documental es una muestra clara del inmenso talento creativo de la artista. En numerosos vídeos caseros o de programas de televisión podemos disfrutar de su carisma y de su habilidad especial para interpretar una música que parecía extinguirse en manos de los nuevos artistas afroamericanos más pendientes de coger los cheques para comprar joyas y coches que de la composición y producción musical del respeto a las bases de una música tan maravillosa. Amy se negaba a cosas tan comunes como escoger producciones digitales y de ahí el hecho de que artistas como Mos Def, Ghostface Killah (de Wu-Tang Clan) o Questlove (de The Roots) estuvieran constantemente tras ella para proyectos musicales, hasta el punto de que el propio Tony Bennet la elogiase como nueva gran promesa de la música negra mundial.

CIBASS Amy Winehouse uno

El documental está en un punto medio entre la visión de Amy a través de los medios, del mercado de la música y de intentar adentrarse en la mente de la artista. Con una sensación agridulce entre un alma rota, una artista que podía haber sido la heredera de Marvin Gaye o del Stevie Wonder de Music of my mind o Songs in the key of life y que acabó entregando un buen álbum (el primero) y una obra magna (el segundo) para acabar falleciendo a los veintisiete años. Al igual que en Montage of heck de Kurt Cobain -que murió a la misma edad- intentamos entender el vacío del artista que mueve millones de libras y que tiene el cariño del público que llenaba sus conciertos para acabar refugiándose en las drogas como aislante de la realidad. Amy (la chica detrás del nombre) más allá de una radiografía del talento perturbado que busca los caminos más recónditos para la felicidad debería servirnos como homenaje a la gracia de una chica blanca y de Londres que venía a salvar el soul y jazz que los afroamericanos se niegan a respetar.

Back to black

 

CIBASS Puntuación CIBASS Tres puntos y medio


One thought on “Amy (la chica detrás del nombre): Entre todos la mataron y ella sola se murió

  1. Xavier12 says:

    Coincido con la lectura que se hace en el documental. Muchos intereses económicos puestos antes que la salud de una persona. Yo hubiera sido más duro que ustedes en el tratamiento a faimilares y representantes de Amy Winehouse.

    Saludos y gran artículo.

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