Sábado lluvioso, pizza a domicilio y el remake de Viernes 13

Por JD Romero, @JD_Romero23

Hace escasos sábados -mando de la televisión en mano- mientras caía una tormenta digna del génesis de la Biblia me dí cuenta de que en Paramount iban a emitir ‘Viernes 13‘, el clásico del terror de 1980 bajo la figura de Jason Voorhes y la película con más secuelas de la historia. Para una noche de intensa lluvia donde la mayor aventura que quería correr sería salir a pagar las pizzas que había pedido por teléfono el plan se antojaba perfecto, y eso hice. Calorías y una película de terror que no me hiciera pensar, fantástico.

Porción de ‘Barbacoa creme‘ en mano empieza la película a las 22.10 y me doy cuenta de que mi botón de guía del mando me había engañado (dándome menos información de la cuenta) y que no se trataba del clásico de los ochenta, sino del remake de 2009 producido por Michael Bay: un señor que es capaz de lo mejor (‘Dolor y dinero‘) y de lo peor (toda la saga ‘Transformers‘). Como ya me había hecho el esquema mental de pizza + slasher y yo soy una persona de palabra decidí seguir adelante y lo que me encontré no fue tan decepcionante como lo que esperaba.

CIBASS Marcus Nispel Viernes 13

Dirigida por Marcus Nispel (que dos años antes nos había entregado una digna vuelta al género de aventuras básico con ‘El guía del desfiladero‘) la película comienza con un grupo de estudiantes no estereotipados que va de acampada y acaba siendo destrozado en cinco minutos, en ese momento uno se pregunta si es que estamos ante la película más breve de la historia, pero no, aparece el letrero de ‘Viernes 13‘ y entonces es cuando empieza el filme realmente. Nispel empieza la obra con una especie de introducción donde unos fans de Star Wars aficionados a la marihuana son aniquilados de modo poco original, uno se espera lo peor y luego resulta que es sólo un preludio.

El remake de este clásico (clásico que ha pasado a ser soft si vuelven a el) cuenta la historia de Clay, el hermano de una de las chicas asesinadas al principio, que ignorando el consejo de la policía y los lugareños se adentra en el Crystal Lake para buscar a su hermana y de paso colocar carteles con su foto. Una vez en lugar se encuentra con un grupo de universitarios -donde tenemos a todos los clásicos: el rubio-guapo- estúpido, el afroamericano gracioso, la guapa lista, la guapa tonta y al asiático fumeta- que han ido a pasar el fin de semana a la cabaña de uno de ellos (todo muy original). Todos menos Clay comienzan a beber y Jason -a su vez- comienza su juerga.

CIBASS Viernes 13 de Marcus Nispel versión 2009

Uno a uno van cayendo de modo bastante original e imprevisible. Yo, ignorante de la mitología de Jason, me sorprendí bastante viendo como Voorhes asesina a uno de los chicos con un arco y desde bastante distancia, a lo John Rambo, aunque el repertorio es bastante más grande que eso. La película da lo que esperamos sin lugar al aburrimiento: una sucesión de escenas bien ambientadas (aunque la casa donde se crió el asesino en serie es decepcionante) donde sangre sin excesos corre de diferentes y originales maneras y donde Jason siempre consigue aparecer a la espalda de los futuros muertos.

Nispel dirige imitando el tono clásico -a excepción de un par de movimientos bruscos de cámara- con planos relativamente largos y creando una atmósfera decente y cierto aplomo que deja la sensación de estar viendo una película que lo intenta más allá de ser un gancho para parejas que acuden al cine a intentar estar muy pegados con la excusa del cine de terror. Digamos que esta versión de 2009 respeta el esquema de las cuatro primeras películas (e incluso localizaciones) ahora condimentadas con pechos de silicona, drogas y alcohol y que, sin embargo, se preocupa por homenajear y respetar aun siendo un entretenimiento olvidable.

CIBASS Viernes 13 de Marcus Nispel

Más que remake podríamos decir que se trata de un homenaje a la saga con interconexiones y homenajes a las once anteriores, o más bien a las primeras, y donde nos intentan explicar ciertas cosas, como por qué nunca encontraban a las victimas que Jason tiene en su choza.
Alejadísima de la calidad de ‘Expediente Warren‘ o del maravilloso remake de ‘Posesión infernal‘ (2013) pero con cierto ritmo y gracia, este nuevo ‘Viernes 13’ es un entretenimiento sin pretensiones -para nuevas generaciones- que no da verguenza ajena y que no tiene reparo en enfocar directamente a los miembros amputados de los universitarios retarded. Un placer simplón y culpable que puede ir bien con una grasienta pizza y una Coca-cola de vainilla. Si hubo un estudio que decía que se pierden muchas calorías viendo cine de terror debido a la tensión de los músculos desde CIBASS opinamos lo contrario, y sólo tenéis que pasaros por nuestra sección de cocina para comprobarlo.

 

 

 

CIBASS Puntuación CIBASS Dos puntos


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